Joan Pera (Vallès, 1948), es un humorista y actor de teatro, televisión y cine. Entre sus momentos más destacables, se encuentra haber sido la primera cara que se vio en TV3, cuando ésta se estrenó en 1983. Además, una de las obras que protagonizó, ‘La extraña Pareja’ con Paco Morán, consiguió el récord Guinness mundial del mayor número de entradas vendidas por una función teatral. El año pasado se le pudo ver en ‘Un suegro de alquiler’, que volverá el 7 de septiembre al Teatro Condal. Hablamos con él en Altafulla, en el marco de la presentación de la temporada de primavera del Casal Cultural La Violeta, donde el actor interpretará su monólogo humorístico ‘Un rato con Joan Pera’.
¿Cómo valoras la programación que se ha presentado hoy en Altafulla?
Yo creo que este esfuerzo cultural que pasa en nuestro país es muy importante. Es importante que lugares como Altafulla tengan ya una sala con todas las condiciones y una programación más o menos estable por primavera, otoño, invierno… eso dice mucho de nuestro país. Por eso, a mí no me hace ninguna cosa ir a Altafulla, a Vic o a donde sea, porque abrimos el abanico cultural de país.
El 27 de abril llevarás el espectáculo ‘Un rato con Joan Pera’, un repaso por tu vida profesional. ¿De dónde surge la necesidad de explicar estas historias?
Yo soy un actor que siempre he tenido al público muy cerca de mí, por lo tanto eso es mi regalo a la gente que me sigue de toda la vida y también a la juventud que quiere ver que hago y de donde vengo. Tengo un público muy transversal, a veces me vienen familias con nanos de 7 u 8 años. En el espectáculo es verdad todo lo que digo, menos el nombre de mi mujer, y son cosas que nos han pasado a todos, muy cotidianas, pero que hacen reír. Nos lo pasamos muy bien.
“A mí no me hace ninguna cosa ir a Altafulla, a Vic o a donde sea, porque abrimos el abanico cultural de país”
Llevas más de 10 años con este monólogo
Si, eso ocurrió que el Paco Morán un día se rompió el fémur, y tuvimos que suspender funciones. Entonces decidí salir yo y explicar mis cosas, hacer que la gente se lo pasara la mar de bien y así cubrir el tiempo que él estuviera enfermo. Así se fue haciendo. Ahora ya lo he modificado mucho, evidentemente, si me pasa algo gracioso, lo añado. Quise sacar información de los monologuistas americanos, y pensé que era una buena idea porque es una manera de encontrarme más con el público. Hace 40 años que estoy cada año haciendo teatro, y en las obras siempre hay una cuarta pared. En este espectáculo ya no está esta pared, tanto protagonista es el público como yo. La última función que hice, que normalmente dura una hora y media, duró 1 hora y 45, pero era culpa de la gente, no mía, porque reían demasiado.
Este año volverás también a hacer Un suegro de alquiler. ¿Qué disfrutas más, trabajar en una obra de teatro al uso con un guión, o esta faceta más de monologuista autodirigido?
Lo que pasa con el monólogo es que la gente y yo nos entendemos tan bien… a mí a veces se me escapa la risa por culpa del público, porque ríe mucho. Es un encuentro y eso es muy bonito. El teatro es pura magia, y creamos una muy bonita. Una obra de teatro es una fiesta, pero el monólogo es algo más íntimo. En el monólogo soy yo, y en la función soy el personaje.
“En este espectáculo ya no está esta pared, tanto protagonista es el público como yo”
Y, en general, ¿qué prefieres hacer: tele, cine o teatro?
Cuesta decir eso. En el teatro soy muy feliz, pero yo empecé haciendo tele y también le tengo mucho cariño. El cine, que me gusta mucho como espectador, me cuesta más, porque no tengo la reacción espontánea de la gente. Lo haces y no ves la película hasta al cabo de un año. Ahora estoy rodando una nueva serie en TV3, y no puedo hablar demasiado porque no sé cómo quedará, en cambio, puedo hablar del monólogo o de ‘Un suegro de alquiler’ tanto como quiera. He de decir, sin embargo, que está dentro de mi trabajo, igual el doblaje, que aunque sea una técnica diferente también me ha dado muchos momentos feliz doblando el Woody Allen, el Mr. Bean, Mr. Magoo, ‘Bola de Dragón’…
Volviendo a ‘Un rato con Joan Pera’, ¿cómo definirías el espectáculo en una frase, para animar a la gente a venirte a ver?
Imprescindible. Si quieres vivir y sonreír, imprescindible.