Las manzanas de pulpa roja son aquellas que tienen piel y carne de este color. Pertenecen a la variedad Red Sun, derivadas del cultivo comercial de pulpa roja “Redlove” originario de Suiza y en Cataluña su cultivo se encuentra principalmente en Mollerussa. Esta fruta roja destaca por su alto contenido en antocianinas, un pigmento de la familia de los flavonoides al que se le han asociado propiedades beneficiosas para la salud. Una investigación liderada por investigadoras de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y la Universidad de Lleida, con participación de otras instituciones, ha revelado los beneficios de consumir estas manzanas: mejoran la función endotelial, reducen la inflamación y modulan el sistema inmunitario en personas con colesterol alto. Los resultados se han publicado recientemente en la revista científica Food and Function.
En esta investigación, realizada en el marco del proyecto AppleCOR, participaron 121 personas que se dividieron en tres grupos: uno que consumió manzanas de pulpa roja; el otro comió manzanas de pulpa blanca (que no contienen antocianinas) y el tercer grupo una infusión de Aronia melanocarpa, que tiene un contenido de antocianinas equivalente al de la manzana de pulpa roja. La inclusión de este tercer grupo permitió comprobar si las antocianinas variaban el efecto sobre la salud cardiovascular de las personas en función de si las antocianinas se encontraban en la manzana o la infusión.
Después de seis semanas, los resultados indicaron que las manzanas de pulpa roja mejoraron la hiperemia reactiva isquémica, un parámetro que se utiliza para evaluar la función endotelial y la salud vascular y que indica cómo los vasos sanguíneos se dilatan en respuesta a la restauración del flujo sanguíneo. Entre el grupo de personas que consumieron manzana de pulpa roja también se apreció una reducción en sus niveles de proteína C reactiva e interleucina-6, parámetros asociados a la inflamación. Además, se observó una mejora del perfil lipídico y una reducción de las proteínas del sistema complementario y las inmunoglobulinas. Todos estos indicadores tienen relación con una mejora en la salud cardiovascular y una reducción de la inflamación crónica, lo que puede disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovascular, trastornos inflamatorios y otras afecciones relacionadas con el sistema inmunitario.
La infusión de Aronia rica con antocianinas también redujo la inflamación y mejorar el perfil lipídico. Aun así, la manzana de pulpa roja propició más mejoras en la inflamación, posiblemente debido a la sinergia de las antocianinas con otros compuestos bioactivos presentes en la manzana. En cambio, la suplementación de la dieta con una infusión de Aronia mejoró la modulación del perfil lipídico, que se cree que tiene relación con una mayor biodisponibilidad de las antocianinas.
El estudio, que se llevó a cabo en las instalaciones de Eurecat de Reus, también encontró que la manzana de pulpa blanca y la infusión de Aronia ayudaron a mejorar las respuestas del sistema inmunitario. Lo hicieron modulando la expresión de proteínas del sistema del complemento y de las inmunoglobulinas, que son componentes clave en la defensa del cuerpo contra infecciones.
“Los resultados de esta investigación son importantes ya que apoyan la evidencia de los efectos beneficiosos de las antocianinas aportadas por el consumo de manzanas sobre los trastornos metabólicos y la salud cardiovascular”, explica el equipo investigador. A partir de los datos obtenidos, también se refuerza el interés en los nuevos cultivos de manzana de pulpa roja biofortificados de forma natural como una fuente interesante y atractiva de flavanoidos bioactivos con efectos beneficiosos sobre la salud.
En el estudio también han participado investigadoras del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (CSIC, Universidad de La Rioja), la Unidad de Nutrición y Salud de Eurecat y el Centro de Ciencias Ómicas (COS) de Eurecat, del Departamento de Bioquímica y Biotecnología de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UPF, del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV), el CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) y la Unidad de Investigación Biomédica del Hospital Universitario Sant Joan de Reus.