Representantes de Esquerra Republicana de la demarcación de Tarragona se han reunido con la Federación de Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona. Berta Cabré, presidenta de la entidad, reconoce que esta ha sido la única formación política con la que han podido mantener una reunión para tomar el pulso de cuál es el sentimiento del sector hacia la puesta en marcha de esta tasa. En el encuentro, Cabré ha insistido en decir que no se había hablado previamente con ellos y que “la medida se ha anunciado sin diálogo previo”. Ha añadido que “este hecho genera malestar y desconfianza, ya que tanto los contratos con los operadores como los respectivos precios ya están cerrados con las agencias para esta temporada”. Según los agentes turísticos el margen de adaptación es nulo.
En la reunión mantenida, el presidente del Patronato de Turismo de la Diputación de Tarragona, Carlos Brull, junto con el diputado en el Parlament Albert Salvadó, han constatado que “no se puede dar el mismo tratamiento al turismo de Barcelona que al de la Costa Dorada, las Tierras del Ebro o al del interior de la demarcación de Tarragona, ya que la estrategia a seguir no tiene punto de comparación al de la capital catalana”. Brull ha insistido con la idea de que esta iniciativa tiene una plena afectación al turismo nacional teniendo en cuenta que el 70% del turismo en Les Terres de l’Ebre y el 50% en la Costa Dorada es nacional o catalán. Así, la aplicación de esta tasa repercute de lleno en estos públicos, que son la base del modelo.
Por otro lado, tanto el presidente del Patronato como el diputado en el Parlamento han alertado de que se pone en riesgo todo el trabajo realizado para la desestacionalización del turismo. Han explicado que, por un lado, se está trabajando para favorecer el turismo fuera de temporada, pero por otro, si la tasa es igual todo el año, también se penaliza la temporada baja. Por eso concluyen que hay que diferenciar las dos épocas si realmente se quiere beneficiar esta desestacionalización. Asimismo, ponen énfasis en que es necesario diferenciar el tipo de alojamiento porque el problema de vivienda no lo ha creado el turismo tradicional ni el sector hotelero, sino la proliferación de viviendas de uso turístico. De esta manera manifiestan que “si hay que regular, que sea allí donde haga falta”.
Para finalizar, la presidenta de la FEHT y su vicepresidente, Albert Savé, han señalado que “en ningún ámbito económico se penaliza una actividad con respecto a otro subsector. No tiene sentido que el turismo tradicional asuma el coste del problema de la vivienda. En todo caso, lo que es aceptable en Barcelona, no es extrapolable a otros lugares porque es injusto y desproporcionado”.