El Grupo Municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Tarragona ha solicitado iniciar el procedimiento de expropiación de Ca l’Ardiaca. Lo defenderá durante el plenario municipal de este viernes mediante una moción para asegurar la estructura del emblemático edificio situado en el llano de La Seu. Los populares han argumentado que el consistorio tarraconense ya ha pagado unos 620.000 euros en acciones de emergencia de forma subsidiaria porque la propiedad no se está haciendo cargo.
Desde las puertas del edificio de Ca l’Ardiaca, la portavoz Maria Mercè Martorell ha explicado que el inmueble se ha ido dejando desde 2012 y que este año ha quedado de manifiesto el abandono del edificio que ha perdido parte del techo y que ve como su estabilidad peligra. “El Ayuntamiento ha pagado más de medio millón de euros de forma subsidiaria, es quien más ha invertido en el inmueble por la vía de urgencia. Además, la propiedad deberá hacer frente a indemnizaciones o sanciones que puedan derivarse de la puesta en peligro de un bien patrimonial y los elementos y pinturas que se hayan dañado o perdido. Por tanto, ante esta situación, se debe proceder con el inicio de los trámites de expropiación por la inacción de la propiedad, que ha sido sustituida por las intervenciones subsidiarias del Ayuntamiento. Lo que ya ha invertido el Ayuntamiento supera, previsiblemente, el valor que puede tener el inmueble”, ha manifestado Martorell.
La moción que ha presentado el Grupo Municipal del PP pide, además, que se exprese el rechazo por la difícil situación patrimonial que vive el edificio, que se asegure y se consolide más la estructura y que el consistorio colabore con el resto de instituciones para la conservación, el conocimiento y la divulgación. Además, los populares exigen una catalogación urgente de los bienes patrimoniales de Ca l’Ardiaca y que sean de acceso abierto y que se desarrolle un estudio hacia la afectación que puedan tener los edificios de la calle Merceria. “Pedimos actuar con más celeridad, es un deber moral que tenemos con nuestro pasado y con las generaciones que vendrán. El futuro de Ca l’Ardiaca está en nuestras manos”, ha concluido Martorell.