La Pobla de Montornès está inmersa en una grave crisis política que ha sacudido al equipo de gobierno de Esquerra Republicana. La situación ha llegado a un punto de máxima tensión después de que tres concejales del actual gobierno, los republicanos Èric Vicens, Esther Giralt y Nadine Osaer, y el presidente de la sección local de Esquerra de La Pobla de Montornès, Daniel Oliveras, hayan pedido públicamente la dimisión del alcalde Francesc Larios, a quien acusan de haber ejercido “amenazas y coacciones”.
Desencadenante de la crisis: el aumento del sueldo del concejal Daniel Guillén
Según informó el diario Todos21, el punto de partida de la crisis fue la propuesta del alcalde Larios de aumentar el sueldo del concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Daniel Guillén, para que dedicara un 75% de su tiempo a las tareas municipales, un incremento que supondría doblar su salario sin que se cambiaran las tareas que ya estaba realizando. Esta decisión provocó el desacuerdo de la concejala de Cultura, Nadine Osaer, quien denunció que el aumento del sueldo no estaba justificado, ya que Guillén continuaría haciendo el mismo trabajo. Osaer expresó, junto con los otros dos concejales que piden la dimisión del alcalde, su disconformidad con la decisión en varias reuniones del equipo de gobierno.
Según Osaer, tanto ella como los otros concejales, recibieron presiones para no votar en contra de este aumento de sueldo. Finalmente, el 18 de diciembre, el alcalde le retiró las competencias y la amenazó con la retirada del acta de concejala si no aceptaba su decisión, según informó el mismo medio. Esta situación también ha sido descrita por los otros dos concejales disidentes, Èric Vicens y Esther Giralt. Tras esta acción llevada a cabo por el alcalde, Osaer interpuso una denuncia ante los Mossos d’Esquadra por “coacciones y amenazas”.
En respuesta, el alcalde defendió su postura y afirmó que el aumento de sueldo de Guillén se hacía porque había solicitado una excedencia de su trabajo para poder dedicarse de lleno a las tareas municipales. Larios también justificó la retirada de las competencias a Osaer, argumentando que era una medida vinculada a una pérdida de confianza por un conjunto de actuaciones previas de la regidora, no sólo por el desacuerdo sobre el aumento salarial.
¿Un cambio de postura de los dos concejales?
Hace unos días, saltaba la noticia, en varios medios, de que tanto Éric Vicens como Esther Giralt, habían “reculado” en su decisión y habían optado por no pedir la dimisión del edil.
Ahora, sin embargo, Vicens ha querido manifestar, mediante una instancia dirigida al Ayuntamiento, su voluntad de desmentir estos hechos, y continuar pidiendo la dimisión de Larios. El regidor ha señalado que las alegaciones del alcalde con relación a su retirada de las competencias a Osaer y el incremento salarial de Guillén son “inexactos” y han sido “sacadas de contexto”. Además, ha aclarado que en la reunión de la junta de gobierno del 9 de enero, donde Larios afirmó que los concejales habían dejado de pedir su dimisión, la concejala Esther Giralt no estuvo presente, y que, por tanto, esta afirmación no refleja la voluntad de todos los miembros del equipo de gobierno.
Vicens, en su escrito, también ha manifestado su apoyo incondicional a la concejala Osaer, quien fue expulsada del gobierno por la retirada de sus competencias y retribuciones “de manera unilateral por parte del alcalde”. El regidor ha tachado la conducta de Larios de “mentira” y ha insistido en la necesidad de poner fin a esta situación de tensión política. Además, ha anunciado que si la dinámica continúa, solicitará su dimisión a la próxima junta de gobierno para que conste en el acta oficial.
El conflicto continúa sin resolución
El conflicto en el Ayuntamiento de La Pobla de Montornès continúa sin una resolución clara. Los concejales disidentes insisten en la dimisión del alcalde por su mala gestión política y la falta de diálogo, mientras que Larios se mantiene firme en su postura de defender sus decisiones y el aumento salarial para Guillén. La situación sigue siendo incierta, con un equipo de gobierno dividido y con tensiones internas que afectan directamente al funcionamiento del Ayuntamiento.
Mientras tanto, los vecinos de La Pobla de Montornès continúan expectantes a ver cómo evoluciona esta crisis política que ya ha llevado a la presentación de denuncias y a la polarización dentro del equipo de gobierno de ERC.
Por ahora, la situación parece lejos de solucionarse, y el equipo de gobierno de ERC se encuentra en una situación de parálisis política que podría afectar a la gobernanza del municipio si no se encuentra una solución rápida y efectiva a la crisis interna.
