La Audiencia de Tarragona ha juzgado este jueves al hombre acusado de intentar matar a su pareja la noche del 13 al 14 de mayo de 2023 en el barrio de Sant Ramon de Tarragona. El investigado apuñaló varias veces a la víctima en zonas vitales, como el cuello y el abdomen, y también hirió a la mujer en las manos cuando intentaba defenderse en el forcejeo. Fiscalía pide 7 años de prisión por un delito de asesinato con traición en grado de tentativa, petición que la acusación particular eleva a 18 años. La defensa solicita una pena máxima de 4 años por un delito de lesiones o de homicidio en grado de tentativa. La víctima y el procesado declararon el día del gran apagón. El juicio se ha reanudado hoy con las declaraciones de testigos y peritos.
En el turno de última palabra, el acusado ha pedido disculpas a la víctima y a sus familiares, así como a su familia. “Hasta el día de los hechos, nunca he tenido una relación violenta en el ámbito de la pareja ni de amistades, cuando me di cuenta de lo que había pasado, fue un choque importante”, ha asegurado. También ha explicado que le cayeron las gafas cuando agredió a su pareja y que se marchaba del lugar de los hechos para dirigirse a casa de sus padres para pedirles ayuda para ella y para explicar lo que había pasado.
En su intervención, ha dicho que tenía la intención de entregarse a la policía cuando iba hacia casa de sus familiares y que volvió hacia el lugar donde estaba la víctima y los Mossos para explicar los hechos. Según el ministerio público, el hombre intentó matar a su pareja porque no aceptaba la ruptura de la relación sentimental de unos dos años de duración. También ha señalado que él era una persona celosa y controladora. El investigado se encuentra en prisión provisional por esta causa desde el 16 de mayo de 2023.
Los Mossos asisten a la víctima, llena de sangre
En la vista de este jueves, han declarado varios agentes de los Mossos d’Esquadra que han explicado que recibieron avisos de vecinos que alertaban de gritos y de una discusión de una pareja en la calle en torno a las cuatro de la madrugada del 14 de mayo de 2023. Según han explicado los testigos, la primera patrulla atendió a la víctima, llena de sangre. Estos agentes vieron como el hombre iba detrás suyo y huyó cuando los vio. La segunda patrulla se encargaron de buscar al presunto autor después de que la mujer les dijera que había sido su pareja quien la había agredido.
Uno de los agentes ha explicado que comprobaron dónde tenía las cuchilladas, ya que vieron “mucha sangre” en el cuello y en las manos. “Vamos a localizar el corte de la mano, que no era vital, luego le ponemos gasas en el cuello y en el estómago, entonces ya llegó la ambulancia; ella lloraba, pedía ayuda, pero no perdió la conciencia”, ha testificado el policía. Al mismo tiempo, ha explicado que mientras socorría a la víctima oyó cómo un hombre le hablaba desde detrás del coche policial. “Incluso le dije que se marchara, entonces me dijo que ‘él no quería hacerlo y que había sido entero querer”, ha declarado. Entonces, ha explicado, que miró al acusado y se dio cuenta de que tenía la mano llena de sangre. Acto seguido, lo redujo para detenerlo.
Por su parte, el responsable de la investigación ha indicado que encontraron un cuchillo de “grandes dimensiones”, de trece centímetros, en medio de la calle donde se había producido la agresión. También se localizó un martillo debajo del coche de la víctima. “Los objetos tenían sangre, el cuchillo había sangre de la víctima y se puede acreditar que él se hirió con este cuchillo porque estaba su sangre en el mango del martillo; creo que ella se resistió y que él se hizo un corte en la mano”, ha señalado el agente.
El propio testigo ha asegurado que las lesiones son compatibles con el intento del acusado de taparle la boca para que la mujer no pudiera llamar ni pedir ayuda, así como con el intento de ella de defenderse durante el forcejeo que tuvieron cuando cayeron al suelo tras la primera cuchillada en el cuello. Asimismo, el agente ha considerado que el hecho de que el hombre llevas chaqueta, sudadera con capucha negra en el mes de mayo -cuando ya hace buen tiempo- es “un método de preparación y ocultación”.
Finalmente, los mossos han destacado que había marcas de sangre en el suelo, donde se marcaban los dedos, que indican que la arrastró y que ella intentó escapar. “También había restos de sangre en la carrocería del coche de víctima, que demuestran que quería huir”, ha testificado una agente.
En el turno de las periciales, los peritos han asegurado que las lesiones producidas por el arma blanca se produjeron en zonas vitales, como en la yerba y abdomen, y que éstas tenían una profundidad importante. “Se requiere una violencia e intensidad importante para producir las lesiones, son lesiones que se encuentran en unas zonas anatómicas muy distantes entre sí, por lo tanto, se necesitan varias puñaladas”, han subrayado. También han considerado que si no hubiera habido la intervención de los Mossos y del SEM se hubiera producido un riesgo vital, que podría haber provocado la muerte de la mujer. Desde los hechos, la víctima ha estado en seguimiento psicológico y psiquiátrico.
En cuanto al perfil psicológico del acusado, los peritos han apuntado que tiene un perfil de personalidad compulsiva, con rasgos narcisistas, con un patrón de conducta imprevisible, con ira momentánea y una imagen suya de persona responsable. Asimismo, han valorado que tiene las capacidades cognitivas y volitivas correctas. “En las relaciones, prevalece el de dominancia, de control, intenta someter a las personas de su entorno”, han indicado los peritos. Además, han aseverado que no necesita tratamiento y que “no asume ninguna responsabilidad de los hechos”.
Peticiones de entre 4, 7 y 18 años de prisión
Fiscalía le pide una pena de siete años de prisión por un delito de asesinato con traición en grado de tentativa. También solicita la prohibición de acercarse a la víctima a una distancia inferior de 500 metros y de comunicarse con ella durante un periodo de 20 años. En cuanto a la libertad vigilada, le pide 5 años. En concepto de responsabilidad civil, hace una petición de 119.186,50 euros por las lesiones y secuelas causadas y 25.000 euros más por los daños morales. En total, 144.186,25 euros, que el acusado ya ha consignado.
En su petición, el ministerio público pide que se tengan en cuenta la agravante mixta de parentesco, el de discriminación por razones de género y el de disfraz. También considera que concurre la atenuante muy cualificada de reparación por el hecho de que ya ha depositado la indemnización.
El abogado de la acusación particular eleva la petición de prisión a dieciocho años por el mismo delito, con los mismos agravantes, pero sin la atenuante muy cualificada de reparación, ya que considera que no se debe tener en cuenta porque el dinero lo han aportado los familiares del acusado. Además, argumenta que el hombre “no muestra ningún tipo de arrepentimiento”. Respecto a la responsabilidad civil, pide 50.000 euros por daños morales, elevando en 25.000 euros la petición del fiscal. En global, pide 169.186,35 euros.
Finalmente, la defensa pide que se le condene por un delito de lesiones o por uno de homicidio en grado de tentativa y que la pena máxima sea de cuatro años. El letrado alega que concurren la atenuante muy cualificada de reparación del daño y la atenuante de desistimiento y de confesión. Asegura que no se trata de un caso de violencia machista y, por ello, reclama que no se tenga en cuenta la agravante de discriminación por razón de género.