Carles Ruiz entaja un nuevo mandato como alcalde de Viladecans en coalición con los comunes. Con unos datos que secundan su trabajo, el alcalde socialista remarca que quiere seguir centrando la acción de su gobierno en la educación, la atención social, el empleo y la sostenibilidad. Hablamos en esta entrevista con La Ciudad.
Han pactado de nuevo con los comunes, aunque esta vez eran necesarios para llegar a la mayoría absoluta. ¿Cómo es la relación con los socios de gobierno?
Hace muchos años que gobernamos juntos. Independientemente de que tengamos mayoría absoluta o no, hemos gobernado con los comunes. Hay un programa y un modelo de gestión que lo tenemos muy interiorizado. Además, con las personas hemos trabajado desde hace mucho tiempo. Más allá de la correlación de fuerzas, estamos de acuerdo con los temas estratégicos de ciudad. Es una relación muy buena.
Viladecans destaca por sus buenos datos en desigualdad y en ascenso social. ¿Cómo llegan a este punto?
Fijándote el objetivo de querer llegar aquí. Hace mucho tiempo decidimos que había temas en los que la ciudad debía tener un cambio importado. Uno de ellos era la educación, que ha sido un tema estratégico. Hemos hecho muchos esfuerzos a nivel de inversión y colaboración con los centros y la Generalitat. Cuando te fijas un objetivo y pones recursos, acostumbras a tener resultados. En el caso de la educación es clarísimo. Tanto a las cifras de ascenso social como la mejora de los resultados educativos. Otro elemento importante para nosotros es el paro. Es decir, la capacidad de generar empleo en la ciudad y que sea de mayor valor añadido. Por ello, hemos hecho un esfuerzo por atraer empresas. Mientras el Baix Llobregat ha crecido en los últimos diez años un 150%, Viladecans han crecido unos 250%.
¿Qué plantean en educación este mandato, dónde lideraréis la Red Estatal de Ciudades Educadoras?
Llevamos un tiempo con una mejora continuada de los centros educativos. Dotándolos de tecnología y apoyando a los equipos docentes. Por otro lado, ahora estamos mirando cómo podemos mejorar los espacios educativos. Por ejemplo, el proyecto de Smart Classroom, la mejora de los patios o la creación de refugios climáticos en las escuelas. Mejoramos los centros educativos para tener un currículo pensado en el siglo XXI.
Han aprobado los primeros presupuestos del mandato. ¿Qué servicios refuerza?
En primer lugar, los servicios básicos de la ciudad. Hay un incremento importante del servicio de limpieza y recogida de basuras, donde mejoraremos el sistema adaptándolo a los barrios. Lo que tenemos actualmente funciona igual en todas partes y queremos adaptarlo a cada uno de los barrios porque son circunstancias diferentes. No es lo mismo el barrio del Alba-Rosa, donde hay edificios unifiamiliar, que el de Montserratina, con las calles muy estrechas. Con la limpieza pasará lo mismo en los lugares con más intensidad de paso y uso. Lo que hemos hecho es doblar los recursos, tanto a nivel de personas como de medios.
Por otro lado, estamos cambiando la manera de atender a las personas a nivel social. Viladecans ha conseguido ser la ciudad de España con menos desigualdad y eso se debe al trabajo social que hacemos. Estamos buscando un modelo acercado a las personas y donde la comunidad pueda ayudar. Lo hemos visto mucho con la covid y queremos continuar con esta línea. Que la ayuda de la comunidad y la mirada atenta de nuestros trabajadores les permita mejorar su situación.
¿Cuáles son las inversiones más destacadas?
Tenemos algunas que ya vienen de la pasada legislatura. La covid supuso un paréntesis y retrasó algunas inversiones. En materia deportiva, estamos haciendo un plan de equipamientos. Hemos hecho una pista nueva en la escuela El Garrofer, estamos trabajando para adjudicar un complejo de dos pistas polideportivas y una de fútbol en Can Sellarès, la transformación del campo de fútbol y la piscina descubierta.
A nivel de parques, estamos haciendo un proyecto importado de renaturalización de la ciudad. Hemos tenido la ayuda de fondos Next Generation para retransformar la zona de Can Palmer y hacer que la montaña entre en el barrio. Por supuesto, también muchas más actuaciones de poner verde y transformación de plazas como Saint Herblain.
¿Y en movilidad?
En transporte público, hemos acabado relativamente pronto la transformación de la C-245 que nos ha permitido ganar en autobuses, con dos líneas exprés mejoradas y la M5 que va con prioridad por la vía. El cambio más importante de Viladecans en el último año ha sido el transporte público. Por una parte, ya paran todos los trenes de renfe y, por otro lado, las líneas de bus nuevas y el refuerzo de las existentes.
¿Cuál es el siguiente paso en transporte público?
Aparte de la transformación de la estación de cercanías, la obra más importante que debe cambiar la movilidad en la zona es el metro del Delta. La línea de tren desde Cornellà hasta Castelldefels que nos permite interconectar con todos los modos de transporte del Área Metropolitana.
El metro del Delta es una reivindicación de hace años. ¿Ve un horizonte factible?
Sí, ya está dentro de todo el planeamiento estratégico de inversiones, el Ministerio ha retomado el proyecto que se había parado con el PP y ahora es imparable. Es una nueva entrada ferroviaria en Barcelona muy necesaria.
Hemos hablado de algunas transformaciones urbanísticas de Viladecans. ¿Qué mapa de cambios prevé para este mandato?
Una de las transformaciones más importantes es la de la antigua carretera de Sant Climent en un espacio ciudadano. Esto supone la peatonalización de la rambla, la transformación del tramo de la carretera de Sant Climent desde la rambla hasta la avenida Roureda y el acceso a Sant Climent a través del carril bici. Esta obra liberará una parte del tráfico de la zona con el vial de cornisa y transformará una calle más agradable para el paseo. Además, continuamos con las reformas en Montserratina, que hace años que tenemos en marcha. Como hemos dicho, este mandato doblaremos la capacidad de pistas polideportivas de la ciudad y la renaturalización de los espacios.
En colaboración con el AMB y la Generalitat crearemos una bolsa de vivienda en alquiler. Teníamos una bolsa de alquiler que hacía de intermediación y por fin tendremos una con más de 700 viviendas públicas que se construirán en Levante y en la calle Balmes.
¿Las obras de la biblioteca serán este mandato?
Comenzar las obras de la nueva biblioteca es un objetivo muy importante. Estamos acabando el proyecto con la Diputación y la idea es empezar la adjudicación de obras y la rehabilitación de la masía de Can Ribagorçana cuando la tengamos. Este proyecto sería similar a Can Calderon. Mantener la masía y hacer un edificio adyacente al lado.
Una de las inversiones de los presupuestos es la ampliación del Parque de Negocios. ¿Qué horizonte empresarial tiene la ciudad?
Viladecans es una ciudad que no ha crecido en vivienda, sino en actividad económica, que era el déficit que teníamos. La mayoría de gente trabajaba fuera de la ciudad. Lo que queremos es generar suficientes puestos de trabajo para los de Viladecans y que tengan más diversidad y valor añadido. Por ello, es muy importante llevar empresas diferentes como Ideaded, que fabrica microchips, o Vueling. Esto genera muchos niveles de negocios diferentes y queremos continuar por esta línea. La ventaja que tiene Viladecans es que es una de las reservas de sol por actividad económica más importante del AMB. La línea de futuro es continuar con la diversidad, el valor añadido y la cantidad.
Antes hablaba de la implicación de la comunidad en los servicios sociales. ¿Qué papel tiene ‘Viladecans em cuida’?
Queremos que el cuidado a las personas no sea sólo a través de los servicios públicos, que también deben estar. Pensamos que si pudiéramos implicar a las personas de alrededor, el trabajo sería más eficaz y podríamos detectar los problemas más rápidamente. El ‘Viladecans em cuida’ pretende que la ayuda no sólo venga de los servicios públicos, sino que pone el foco también en la relación que las personas tienen con alguien de riesgo. Tiene que ver con combatir la desigualdad. Es clave la situación social y la educación. Por eso, nuestro reto es tener un abandono escolar 0, aunque somos uno de los municipios con el abandono escolar más bajo. Estamos en un 7% y Cataluña está en un 14%.
Habla de crear comunidad como una primera red para abordar los problemas sociales, pero seguimos con una sociedad cada vez más individualista. ¿Cómo se crea esta comunidad?
Implicando a todos en los procesos de cuidado y atención comunitaria. Esto nos lo demostró una iniciativa con la Confederación de Asociaciones de Vecinos que se decía ‘A puerta’. Se trataba de ir a la casa de la gente con la excusa de hablar de la energía y ver qué había en el hogar. Levantamos a más de 600 personas que no estaban dentro del radar de los servicios sociales y necesitaban ayuda. Sólo puedes detectarlo si tienes ayuda más allá de los servicios públicos. En la pandemia fue así y todavía lo tenemos en la memoria. Es verdad que hay un cierto egoísmo, pero este recuerdo favorece a hacer ‘clic’ para generar esta red.
En 2025 Viladecans será European Green Leaf. ¿Qué supone el reconocimiento?
Estamos satisfechos de recibir este reconocimiento. Todavía tenemos problemas, pero se valora la estrategia como ciudad y lo que ya hemos hecho. El reto es la neutralidad climática en 2030 y estamos poniendo todos los esfuerzos para introducir la sostenibilidad en todo lo que hacemos. Estamos consiguiendo que todos en el Ayuntamiento tengamos la cultura de la sostenibilidad, tanto políticos como técnicos. El Green Leaf quiere transformar Viladecans durante un año en el escaparate de las políticas de sostenibilidad de Europa para las ciudades medias. Tenemos que ser capaces de demostrar que hay estrategias posibles y son prácticas.
¿De qué manera?
Una es la renaturalización. El objetivo es doblar el número de árboles de la ciudad porque tan importante es no producir CO2 como capturarlo. La mejora de las emisiones es también un esfuerzo colectivo del Área Metropolitana. Pensamos que tenemos que incorporar la Zona de Bajas Emisiones de manera progresiva para que la gente se pueda adaptar. Hay personas que no tienen recursos para cambiarse el vehículo y debemos tenerlo en cuenta. A través de muchas miradas estamos caminando hacia la sostenibilidad.
¿Cómo está el tema del centro sociosanitario Federica Montseny y sus plazas de residencia?
Estamos luchando con la Generalitat y con el consorcio para que asuman una realidad. Este centro fue pionero en juntar residencia y atención sanitaria. Con el tiempo se ha visto que posiblemente es mejor separar la parte sanitaria de la residencial, pero también el problema es que coexistan dos convenios: el de los trabajadores sanitarios y el de los sociales. El problema es que la Generalitat paga menos a unos que a otros. Por tanto, pedimos que en este tipo de centros -que son pocos en Cataluña- la Generalitat se haga cargo. La solución no es cerrar plazas residenciales o empobrecer a los trabajadores.
¿Está abierta la Generalitat a asumirlo?
Lo están estudiando.