Terrassa ha dado un importante paso adelante en la transformación de la zona norte del barrio de Ca n’Aurell con la aprobación definitiva del proyecto de mejora del ámbito del Vapor Cortès. La Junta de Gobierno ha dado luz verde al proyecto de urbanización y reparcelación, que afecta a uno de los dos polígonos de actuación previstos, con una superficie de más de 60.000 m² entre las calles de Pi i Margall, Bruc, Frederic Soler, Pare Llaurador y Josep Trueta.
El acto de presentación del proyecto contó con la presencia del alcalde de Terrassa, Jordi Ballart; el teniente de alcalde de Territorio y Vivienda, Xavier Cardona; el gerente de la Junta de compensación del ámbito del Vapor Cortès, Mario Blasco; y el socio director de Urbanismo de GMG Planes y Proyectos, Joan Badia. También asistieron a la rueda de prensa la concejala de Obra Pública, Montserrat Alba, y la concejala del Distrito 4, Laura Rivas.
Con esta aprobación, se pone en marcha la transformación de un espacio fabril de 71.209 m² situado al norte de Ca n’Aurell, que se convertirá en un nuevo espacio de relación, ocio y actividad para los ciudadanos. El alcalde Ballart destacó que este proyecto marcará “un antes y un después en la zona norte del barrio de Ca n’Aurell, mejorando la cohesión social y redefiniendo la identidad de este ámbito”.
El primero de los dos polígonos de actuación, que ocupa 62.022 m², se encuentra entre las calles de Pi i Margall, Bruc, Frederic Soler, Pare Llaurador y Josep Trueta, con un presupuesto previsto de 13.403.819,93 euros. Se calcula que las obras se licitarán en 2025, con la voluntad de comenzarlas en 2026, y tendrán una duración estimada de tres años.
Esta transformación urbanística, impulsada por iniciativa privada, también contempla la construcción de 803 viviendas, de las cuales 161 serán de protección oficial y 642 de renta libre. Además, se construirán dos equipamientos, uno de los cuales se destinará a un proyecto social en el Vapor de Prodis. En total, el 70% del techo disponible en el sector (89.330 m²) se destinará a vivienda, mientras que el 30% se utilizará para actividades diversas.
Se prevé que un 51,70% del suelo se destine a espacios públicos, con una especial atención a la creación de zonas verdes y espacios de convivencia. El objetivo es mejorar la ordenación del territorio y ofrecer un espacio de calidad para los vecinos de Ca n’Aurell y para los usuarios de la nueva zona.
Además, se prevé que las obras de urbanización, que tienen un plazo máximo de dos años desde la aprobación definitiva del proyecto, se puedan comenzar pronto, con el objetivo de finalizar todo el desarrollo en un periodo de menos de ocho años. Las viviendas de protección oficial deberán ser iniciadas en los dos primeros años tras la recepción de las obras de urbanización y deberán finalizar en tres años.