El Ayuntamiento de Terrassa ha comenzado la campaña de poda de invierno, que vela por la buena conservación y la gestión del arbolado de la ciudad. Está previsto que se efectúen trabajos en más de 5.000 árboles distribuidos por toda la ciudad. La concejala de Patrimonio y Mantenimiento Urbano, Montserrat Alba, ha comentado que «con la poda, se persigue el objetivo de reducir el riesgo de quebrada de ramas, conservar una estructura adecuada y facilitar el correcto desarrollo del árbol en el entorno urbano, además de minimizar el efecto de plagas y enfermedades vegetales».
Además, los restos de la poda se trituran y se utilizan en otros espacios verdes de la ciudad, contribuyendo así a la mejora de la biodiversidad y la calidad del suelo. Este material vegetal aporta nutrientes al suelo y reduce la presencia de patógenos.
La concejala de Patrimonio y Mantenimiento Urbano también ha querido destacar: “Estas actuaciones no solo mejoran el estado del arbolado de la ciudad, sino que también contribuyen a una gestión más eficiente y sostenible de los recursos naturales de la ciudad”.
En la última campaña de poda de invierno, entre octubre del año pasado y abril de este año, se intervinieron 5.611 árboles, repartidos en 156 calles de la ciudad. Las actuaciones más destacadas, fueron el paseo del Veintidós de Julio, en el que se podaron 690 árboles, y en la avenida del Vallès, con 645 árboles. Los trabajos han incluido una revisión exhaustiva de las podas, para garantizar que se cumplen las servidumbres hacia las fachadas y el gálibo para peatones y vehículos.