El Ayuntamiento de L’Hospitalet destina una partida de 900.000 euros al programa de tarjetas monedero para 2025. Este sistema de ayudas permite a las personas beneficiarias acceder a productos básicos de primera necesidad de una manera flexible y adaptada a sus necesidades, mientras continúa la intervención social. Estas ayudas están directamente relacionadas con el plan de trabajo con las familias y su cumplimiento y son siempre de prescripción social.
Se trata de un modelo de asistencia más digno y autónomo, ya que permite a las personas escoger los productos que mejor se adapten a su realidad en establecimientos autorizados, en lugar de recibir lotes cerrados de alimentos u otros bienes.
Un servicio clave en la lucha contra la exclusión social
En el año 2024 este programa apoyó a 1.732 familias y se prevé que este año pueda seguir ayudando a muchas más personas en riesgo de exclusión social. Las tarjetas ya se están repartiendo en colaboración con Cruz Roja.
Esta iniciativa responde a la necesidad de consolidar esta herramienta como un recurso fundamental en la política social municipal.
Según datos de los Servicios Sociales, las tarjetas monedero han sido especialmente útiles para familias con niños, personas mayores y hogares monoparentales femeninas, que, a menudo son las más afectadas. Además, este sistema permite evitar la estigmatización, ya que funciona como cualquier otra tarjeta de pago y garantiza privacidad a los usuarios.
El Ayuntamiento trabaja para agilizar los trámites de gestión y entrega de las tarjetas así como las medidas de apoyo y acompañamiento a las personas, optimizando los recursos y garantizando que la ayuda llegue de manera rápida.
Las tarjetas monedero son uno de los recursos que forman parte de las ayudas municipales destinadas a la cobertura básica alimentaria de la población, que incluye el servicio de comida a domicilio; las ayudas individuales que pueden solicitar los alumnos de las escuelas públicas y concertadas del municipio de familias con bajos ingresos, el comedor social y las comidas preparadas, con un presupuesto de 3,4 millones de euros.