TMB saca a licitación este viernes la renovación de las nuevas máquinas de venta de billetes, que comenzará a desplegar a partir de 2027. La operadora tiene previsto invertir un mínimo de 19 millones para sustituir entre 290 y 397 máquinas de 126 estaciones. Entre las nuevas funcionalidades que incorporarán las nuevas máquinas, está la emisión de la T-movilidad en formato tarjeta de plástico, el pago con bizum y otras modalidades en línea, la lectura de códigos de barra y QR o la atención al cliente mediante una videollamada. Además, serán más accesibles e incluirá una lectura y un lenguaje más sencillos, órdenes de voz para personas con discapacidad visual, salida de audio privada o más espacio físico para las personas en silla de ruedas.
El número de máquinas que se acaben renovando dependerá de la digitalización entre los usuarios. “En función de la digitalización nos iremos marcando un escenario con más impacto en la red o menos”, señala la directora del área de servicios corporativos de TMB, Cristina Güell. Por ello, la licitación que sale este viernes será flexible ya que la compañía se planteará sustituir un mínimo de 290 máquinas y un máximo de 397, una vez que las actuales ya han agotado su ciclo vital, ya que tienen una antigüedad de entre 15 y 25 años.
Tanto Güell como el conseller delegado de la compañía, Xavier Flores, defienden que la renovación de las máquinas ayudarán a la compañía a “avanzar en digitalización” y a hacer que los procesos de compra y venta sean más ágiles, además de incorporar la opción de pagar billetes sencillos al mismo turno, como ya ocurre ahora con los buses de TMB.
En este sentido, los directivos explican que el 37% de las interacciones que reciben las máquinas es para la compra de un billete sencillo. “Si un usuario compra un billete, como en el bus, ya no usará las máquinas”, señalan los directivos, que defienden que la demanda por utilizar las máquinas “siempre existirá” por la brecha digital o por parte de colectivos que no estén suficientemente digitalizados.
La compañía tiene previsto recibir el primer prototipo de máquina en 2026 y que al año siguiente se empiecen a desplegar por las 126 estaciones convencionales, un proceso que culminará en 2028. Quedarán fuera las estaciones de la línea 9 y 10, las automatizadas de la red de TMB, ya que las máquinas son más modernas y las instalaciones son de Ifercat. La adjudicación del contrato se hará a finales de este año e incluirá el mantenimiento de las máquinas por un periodo de dos años. Acto seguido, se abrirá un nuevo proceso donde podrán concurrir otras empresas.
Las nuevas máquinas incorporarán varias funcionalidades que no disponen las actuales, como por ejemplo la emisión de títulos de la T-Movilidad en soporte plástico -actualmente hay que esperar unos días a recibirlo en casa por correo postal-, el pago mediante bizum y otras modalidades en línea, la emisión de mensajes personalizados al usuario como por ejemplo avisándolo de la próxima caducidad de un título, lectores de códigos de barras y QR, un servicio de atención al cliente mediante videollamada o la impresión al instante de una factura completa.
Para el conseller delegado de la compañía, la sustitución de las máquinas de venta es un “proyecto importante” y ha reivindicado la “innovación, la modernización y la mejora continuada” por parte de TMB y ha destacado las mejoras en accesibilidad para los usuarios con algún tipo de disminución física o intelectual.
