El Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet ha puesto en marcha una nueva operación de inspección sanitaria destinada a combatir las malas prácticas en el sector alimentario.
En el marco del operativo, se revisaron varios vehículos de transporte de productos alimenticios. En tres de las furgonetas inspeccionadas, se identificaron condiciones inaceptables en cuanto al mantenimiento y la refrigeración de los alimentos. En concreto, dos furgonetas transportaban pescado en condiciones inadecuadas, una de ellas con productos deteriorados, y la otra con los productos sin ninguna garantía sanitaria. Además, un tercer vehículo contenía carne congelada que había sido almacenada de manera incorrecta, sin las separaciones o refrigeración adecuadas para garantizar su seguridad.
Pero las irregularidades no se limitaron sólo a los medios de transporte. Uno de los conductores implicados en estas infracciones era también propietario de un supermercado situado en la calle de Terrassa, tal y como ha informado El Caso. El local fue sometido a una inspección exhaustiva que reveló deficiencias graves en materia de salubridad. Las condiciones del establecimiento eran tan preocupantes que la Policía Local procedió a su precintado para evitar riesgos a la salud de los clientes.
Estas actuaciones forman parte de una serie de medidas que los ayuntamientos y las fuerzas de seguridad locales llevan a cabo regularmente para garantizar que los establecimientos que comercializan alimentos cumplan con las normativas sanitarias. En este caso, las sanciones a los transportistas implicados en las infracciones fueron severas, incluyendo la incautación de los productos en mal estado y las multas correspondientes.