La 37ª edición de la Copa América de Vela arranca este jueves en Barcelona con los cuatro días de Regata Preliminar.
Es la primera vez que se pone a prueba la organización, los espacios y el plan de movilidad que afectarán a la capital catalana durante casi dos meses en los que se espera la llegada de más de 2,5 millones de visitantes.
La ciudad se convierte así en la sede de la competición náutica más importante del mundo, que calcula dejar un impacto económico en torno a los 1.200 millones de euros.
Ahora bien, la prueba también despierta el recelo de los vecinos, que critican que en medio del debate sobre la masificación turística se promocione un evento “elitista, opaco y especulativo” y con un “elevado coste ambiental”.
Las regatas se disputan mayoritariamente dos días entre semana y los fines de semana, entre las 14 y las 16 horas.
La competición está sujeta al viento y las condiciones climatológicas y por este motivo la zona y los días de competición se pueden ver modificados.
Este jueves es la primera vez en que se pueden ver en acción los seis equipos que se disputan el trofeo: el Defensor, Emirates Team New Zealand, y los Desafiadores INEOS Britannia, Alinghi Red Bull Racing, Luna Rossa Prada Pirelli, New York Yacht Club American Magic y Orient Express Racing Team.
Un impacto económico equivalente al 0,5% del PIB catalán
Según la Fundación Barcelona Capital Náutica, la Copa América generará un impacto económico de 1.239 millones de euros, que representan alrededor del 0,5% del PIB catalán (datos de 2022).
El estudio elaborado por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) también indica que cada euro en invertido en la competición se traducirá en 6,35 euros de PIB en la economía catalana y el incremento de la actividad requerirá casi 19.000 nuevos puestos de trabajo a tiempo completo.
El informe asegura que se trata del tercer evento deportivo con más impacto económico para el país anfitrión tras los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol.
En esta línea, hace meses que la capital catalana se prepara para estar a punto para el evento deportivo.
El alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, aseguró que Barcelona estaba inmersa en un “proceso de transformación” de la zona del litoral “que no se había visto desde los Juegos del 92”.
Según explicó, últimamente entre el Ayuntamiento y el Puerto de Barcelona han invertido casi 300 millones en obras de cara a acoger la regata más famosa del mundo.
Recelo en más de una veintena de entidades
Collboni también aseguró que la prueba “dejará huella” y confió en que será “la mejor edición” de la historia de la competición.
“Creo que los barceloneses estarán orgullosos”, dijo.
Ahora bien, los vecinos de la Barceloneta ven con un cierto recelo la celebración de la cita deportiva y critican que la ciudad invierta dinero en un “macroevento absolutamente elitista” de una competición “sin ninguna tradición y con un elevado coste ambiental”.
Asimismo, agrupadas bajo la Plataforma No a la Copa América, una veintena de entidades denunciaban ya hace un año que sus consecuencias ya se notaban en Ciutat Vella y Sant Martí, con el aumento de precios de productos de primera necesidad, el surgimiento de comercios de lujo, el incremento de los alquileres y una “avalancha” de ofertas para comprar pisos con la intención de después alquilarlos durante la prueba.
Además, estas entidades cuestionaban las cifras de impacto económico y remarcaban que cuando la prueba se celebró en Valencia, en 2007, dejó pérdidas de 370 millones de euros.
Punto para seguir la competición en el Muelle de la Madera
La organización de la competición, America’s Cup Event Barcelona (ACE), ha habilitado un espacio para seguir el evento.
Se trata del Race Village, en el Muelle de la Madera, que será el punto neurálgico con aforo para 9.500 personas y más de 25.000 metros cuadrados.
Cuenta con pantallas gigantes y oferta de ocio y restauración y el Ayuntamiento de Barcelona también hay programado a partir del día 30 de agosto actuaciones musicales en el escenario principal.
En la zona de playas también hay “hacen zonas” en la plaza del Mar y en los entornos del Bogatell.
La prueba deportiva también se puede ver en directo desde el dique de riego del Puerto Olímpico, así como la plaza Rosa dels Vents y el nuevo paseo del Trencaones, que sirven como miradores ciudadanos, sobre todo para ver las salidas y llegadas de las regatas.
Refuerzo del transporte público
Mientras dure la prueba deportiva también hay refuerzo del transporte público en las zonas próximas al frente marítimo.
Durante los fines de semana y las jornadas de mayor afluencia TMB aumenta la oferta de trenes del L4, la línea amarilla, y de los autobuses D26, H16, V15, V19, V21, V23, V25, V27 y 47.
A partir del 7 de septiembre y hasta el 27 de octubre también se ha habilitado un bus lanzadera de gran capacidad entre el Foro y la playa del Bogatell.
El horario es de 11.30h a 18.30h y la frecuencia de paso inferior a los diez minutos.
El Ayuntamiento de Barcelona recomienda el uso del transporte público, a pie o en bicicleta para llegar a las zonas donde se desarrolla el gran evento y advierte de que en determinadas horas y espacios el acceso con vehículo privado puede quedar restringido, en función de la afluencia de público.
Los vehículos de uso privado de los residentes y trabajadores de la Barceloneta han tenido que acreditarse y ya lo han hecho más de 11.000.
Los taxis, VTC’s y los vehículos de distribución de mercancías pueden desplazarse sin necesidad de permiso.
Dispositivo de seguridad especial
En materia de seguridad, los cuerpos policiales han preparado un dispositivo especial.
Mossos llevará la seguridad ciudadana y el orden público, metro que la Guardia Civil vigilará la zona de regatas.
Lo hace desplegando más de 250 efectivos, seis embarcaciones -entre las que hay un barco oceánico y dos patrulleras de altura-, un helicóptero y drones.
A su vez, la Policía Nacional se hace cargo de la protección de las autoridades y la Guardia Urbana se encarga de regular el tráfico y vigilar los espacios públicos del entorno de la prueba deportiva.
El Ayuntamiento de Barcelona también ha incrementado en un 60% el número de agentes cívicos hasta tener una septuagenaria.
Durante el evento hay un Comité Operativo de Seguimiento, que se reúne cada día por la mañana con el fin de garantizar el éxito y el buen funcionamiento de todo ello.
El comité lo forman el Ayuntamiento de Barcelona, TMB, Turismo de Barcelona y la Fundación Barcelona Capital Náutica.
Más reservas en hoteles, pero sin llegadas “masivas”
La Copa América también permite alargar la temporada alta del sector del turismo, que admite que este año tiene más reservas de lo habitual durante septiembre porque debe alojar a las tripulaciones y al personal que rodea la competición.
En pleno debate sobre la saturación turística, el Gremio de Hoteles de Barcelona considera que la prueba les traerá “beneficios a nivel de imagen y prestigio” y descarta una llegada “masiva” de visitantes.
Coincidiendo con el pistoletazo de salida de la competición, Turismo de Barcelona estrena un nuevo lema para promocionar la ciudad: ‘This is Barcelona’.