Faltan pocos días para que las farmacias de Cataluña empiecen a recibir la formación profesional para poder dispensar productos menstruales gratuitos a la población. Está previsto que, el día 20 de febrero, comiencen estas sesiones a los miembros del 90% de las farmacias que participarán en la campaña. Hemos hablado con farmacias del barrio de El Poblenou para saber cómo plantean esta iniciativa. En general, se muestran optimistas, ya que gracias a la campaña, las mujeres y personas menstruantes tendrán acceso a copas menstruales, calzas y compresas de tela de forma gratuita.
La percepción de las farmacéuticas que han querido explicar su opinión es todavía de incertidumbre. El Departamento de Igualdad y Feminismos ha asegurado un buen funcionamiento de la campaña. De hecho, ya se están haciendo pruebas en 13 puntos del territorio. Sin embargo, desde las farmacias explican que lo quieren hacer bien, para poder atender las necesidades de las clientas. Es el caso de Marta Márquez, propietaria de una de las farmacias del barrio de El Poblenou.
“Todavía no sabemos cómo funcionará exactamente. Pero tengo muchas ganas de empezar“, explica Marta. Cuando supo el propósito de la campaña, no dudó en adherirse. De hecho, según ACN, de las 3.272 farmacias que hay en Cataluña, el Gobierno afirma que más del 90% ofrecerá estos productos menstruales. “Espero que esto tenga continuidad y se garantice que no dure uno o dos días. Si funciona y va para largo, me parece una idea perfecta”, expresa Marta.
La pobreza menstrual como problema principal
Uno de los propósitos de este plan es reducir el porcentaje de mujeres y personas menstruantes que sufren la pobreza menstrual. Aunque no hay una estadística oficial con relación a ello, en Cataluña el 22,2% de las mujeres tienen dificultades o muchas dificultades para llegar a final de mes. De hecho, el 19,2% de las mujeres entrevistadas en el estudio «Equidad y salud menstrual» han tenido algún tipo de dificultad económica para adquirir productos menstruales.

Cerca de la farmacia de Marta se encuentra otra. Su propietaria explica que alguna vez ha visto como alguna mujer dejaba de comprar la copa porque era demasiado cara. “Fuimos una de las primeras farmacias que suministrábamos copas al principio. Es un producto que no todo el mundo se lo puede permitir”, aco. detalla la mujer.
Más información y conciencia
Aparte de intentar erradicar la pobreza menstrual, el Plan también contempla generar más conciencia sobre la menstruación y el climaterio. Para conseguirlo, la información sobre el tema será vital. Según el estudio «Equidad y salud menstrual», el 12,6% de las mujeres encuestadas no sabía qué era la menstruación antes de la primera regla y el 47% tenía sólo información parcial.
“Yo siempre que puedo, informo sobre cómo funcionan los productos. Me sale de forma natural aconsejar y ayudar siempre que lo necesiten”, explica la propietaria de la farmacia Marta Márquez. Además, también considera que las escuelas deben ser el primer paso para que la población tenga acceso a este tipo de información. Según el estudio mencionado anteriormente, el 7,9% de las mujeres considera normal que la menstruación vaya acompañada de dolor intenso y el 3,8% considera que no es necesaria una consulta profesional de salud por esta causa.
Justicia climática
El Plan integral de equidad menstrual y climaterio contempla la justicia de género como el primer paso a alcanzar. Pero después de este, el segundo es la justicia climática. Con el reparto de estos productos, también se busca reducir al máximo la producción de residuos. Según indicó la Consejera de Igualdad y Feminismos, Tània Verge, el pasado mes de septiembre, se calcula que una mujer gasta unos 2.500 euros a lo largo de su vida fértil en productos menstruales, mientras que utilizando copas menstruales este gasto, según el departamento, se reduciría a 145 euros.
“Esperamos que con la información que podamos dar y la gratuidad de la copa, las mujeres y las personas menstruantes se animen a usarla. Aparte de ahorrarse dinero, también ahorraremos en el planeta la contaminación”, explica una de las dos farmacéuticas entrevistadas.