El Plenario del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado definitivamente la modificación de la ordenanza que regula la tasa de terrazas para 2024, tras resolver las alegaciones presentadas en el periodo de exposición pública. La ordenanza fiscal 3.10. Tasas por la utilización privativa del dominio público municipal fija las nuevas cuotas para las terrazas instaladas en el espacio público y que pone fin a la bonificación del 75% vigente desde la pandemia.
El teniente de alcaldía de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo, Jordi Valls, ha explicado que la tasa tiene criterios de progresividad y de ubicación “con una estructura de calles donde los que tienen más capacidad de consumo pagan más, y quien tiene más mesas paga más”. Valls ha recordado que esta modificación evita grandes subidas para restauradores del centro y de los barrios y ha defendido que es una ordenanza “fiscalmente rigurosa, con una estructura firme”.
En concreto, la propuesta introduce un nuevo escalado progresivo a la tasa aprobada en diciembre de 2019 en función del número de mesas de la terraza para hacer que paguen más aquellos que tienen más mesas y sillas y ocupan más espacio público. Por lo tanto, más allá del criterio de la ubicación de la terraza, que se mantiene, el importe de la tasa deja de calcularse de forma lineal, proporcional al número de mesas, y se configura como tributo progresivo donde el coste de la tabla varía y se incrementa en las terrazas grandes.
De acuerdo con el acuerdo alcanzado con el Gremio de Restauración y el Grupo de Juntos, los tramos para completar el cálculo van de cinco tablas en cinco tablas y el coeficiente que se aplica empieza en un 0,30 y se va incrementando por tramos hasta 0,80.
