El jurado popular ha declarado a los acusados de matar a un hombre a tiros en Tordera en junio de 2022 culpables de asesinato, robo con violencia con grado de tentativa y lesiones a animal doméstico. Los hechos tuvieron lugar en la urbanización San Daniel de la población cuando los cuatro procesados y un quinto individuo que se encuentra huido de la justicia se desplazaron hasta un inmueble para comprar 9,2 kilogramos de marihuana.
Durante el intercambio uno de los hombres sacó un arma de fuego, disparó a la víctima provocándole la muerte, e hirió de gravedad a su perro, llamado Golfo.
La fiscalía pide penas de hasta 27 años de prisión e indemnizaciones de hasta 150.000 euros para los padres del difunto y de 90.000 euros para el hermano.
Aunque durante el juicio los cuatro acusados coincidieron en declarar que la persona que llevaba el arma que puso fin a la vida de la víctima es el quinto individuo que se encuentra huido de la justicia, finalmente el jurado ha avalado el discurso del ministerio fiscal y ha considerado a los cuatro procesados son culpables de la mayoría de los delitos que la fiscal apuntaba en su escrito.
Ha quedado fuera el de tenencia ilícita de armas, ya que durante las sesiones que se celebraron en la Audiencia de Barcelona no quedó probado que los acusados llevaran un arma encima en el momento de los hechos.
Un testigo declaró que “creía” que uno de los procesados habría hecho el gesto de sacar una pistola, pero no pudo confirmarlo al 100%.
De acuerdo con el relato de la fiscalía los hombres habrían actuado de forma “coordinada” para llevarse 9,2 kilos de marihuana sin pagar el precio acordado. Con todo, no habrían previsto que la víctima se resistiría.
Por el contrario, en su declaración ante el juez, los hombres negaron que tuvieran intenciones de robar la droga y apuntaron al perro del difunto como origen de la discusión.
Uno de los procesados dijo que el animal estaba “muy nervioso” y que pidió a la víctima que lo encierra en una habitación porque este tipo de perros le provocan “fobia”.
Según el hombre, el difunto se negó y cuando el procesado le dijo que no sacaría adelante el negocio la víctima sacó un cuchillo y lo atacó.
Este hecho desencadenó en una pelea en la que, según los acusados, el quinto implicado y que se encuentra huido de la justicia sacó el arma que acabó matando a la víctima e hiriendo al perro.
El ministerio fiscal pide penas de prisión de hasta 27 años para los acusados. También reclama indemnizaciones de 150.000 euros para los padres de la víctima y de 90.000 euros para el hermano.
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