Ayer por la noche, una patrulla de los Mossos d’Esquadra estaba circulando por la C-32 cuando vivieron un episodio insólito a la altura de El Masnou. Alrededor de las 22 horas entraron en un área de servicio en el kilómetro 89 y se quedaron repentinos por un conductor de 11 años que tenía como copiloto a su padre.
Aparte de la gran sorpresa que experimentaron los agentes, Telecinco ha informado de que el padre intentó justificar la situación alegando que al niño “le gustaba mucho conducir” y le había pedido de forma insistente. Acto seguido, las autoridades inmovilizaron el vehículo y denunciaron al padre.
El menor de 11 años no tendrá consecuencias penales, ya que es inimputable. Sin embargo, el padre está acusado por facilitar la conducción de un vehículo motor a un menor de edad. De esta forma, la sorpresa para los agentes del servicio de tráfico fue mayúscula al llegar al área de servicio, un espacio donde aunque el tráfico de vehículos es mucho menor, también se pueden producir accidentes.