David Bote: “Nuestra posición en seguridad es tolerancia cero, como demuestran los datos”

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David Bote se encuentra inmerso en su tercer mandato como alcalde de Mataró. Aunque su pacto de gobierno con los comunes no le da la mayoría absoluta, en estos meses ha sido capaz de encontrar mayorías con pactos estables tanto con Junts como el PP. Dos acuerdos que han marcado el Plan de Mandato. Hablamos de los retos de la capital del Maresme por los próximos cuatro años en esta entrevista para La Ciudad.

 

Ha reeditado el gobierno con los comunes, pero se encuentra en minoría. ¿Cómo está gestionando la geometría variable?
Funcionamos razonablemente bien. Dentro del acuerdo de gobierno, hemos presentado un Plan de Mandato que recoge nuestros compromisos electorales y cuenta con muchos proyectos ya maduros y transformadores. Y, en cuanto a la oposición, hemos tenido una voluntad de diálogo y consenso. Hemos realizado dos acuerdos más concretos con Junts y PP, que incorporan políticas compartidas y ponen a los ciudadanos por encima de los intereses de los partidos.

 

¿Plantea ampliar el gobierno?
Somos gente que cumplimos. Ahora nos interesa cumplir lo que hemos acordado. Se trata de desarrollar las acciones y proyectos dentro del Plan de Mandato.

 

Uno de los ejes de este Plan de Mandato es la seguridad, que incorpora la oficina antiokupas, un tema que lo ha caracterizado como alcalde. ¿Qué le hace pensar que esta oficina puede ser útil?
La experiencia de lo que hemos hecho hasta ahora. Desde 2016 empezamos a luchar contra las okupaciones y Mataró ha liderado esta lucha. Dentro de nuestra casa con actuaciones policiales, dentro del margen que la ley permite y también fuera de la ciudad. Hemos liderado la voluntad de producir los cambios legales en las cámaras para tener soluciones definitivas. Hay líneas para seguir trabajando que hemos acordado con el PP.

 

¿Qué aspectos legales deberían mejorar?
El aspecto clave es que, cuando una okupación se produzca, la policía esté autorizada para desalojarla de manera inmediata. Esto cerraría la rueda de las okupaciones que entran en algún tipo de negocio. Se acabaría en el momento que se detecta la okupación.

 

¿Para qué serviría la oficina?
Una okupación tiene tres agentes: el propietario, que pierde temporalmente el uso de la vivienda; los vecinos, que deben convivir con la okupación, y la propia policía o el sistema. La articulación de estos tres elementos debe mejorarse para asesorar mejor a los propietarios. Uno de los problemas que hemos detectado es que en muchos casos se llega a interponer la demanda para recuperar la vivienda. Si el propietario no se interesa, los vecinos tienen que vivir con el okupacuón mucho tiempo. Estos vecinos necesitan también un acompañamiento en todo este proceso. Y esta oficina también es una herramienta para dar las respuestas que los vecinos nos piden.

 

 

Otro elemento importado del eje es la nueva comisaría. Se plantea este edificio compartido entre Mossos y policía local. ¿Qué sabemos?
Hay una propuesta en firme del equipo municipal, que creemos necesaria una segunda comisaría en la ciudad. Por un lado, pedimos más Mossos a la ciudad y lo hemos conseguido. Se ha incrementado notablemente la actividad policial y las detenciones, gracias en parte al incremento de efectivos. Y, por el otro, pedimos esta segunda comisaría. Parece que el Departamento se ha abierto a hablarlo y ahora estamos en conversaciones para determinar los detalles.

 

¿Por qué el espacio que proponen es el idóneo?
Es un solar de equipamientos y en una posición céntrica, pero a la vez acercada a un lado de la ciudad. Después del diálogo con el Departamento, puede ser este espacio u otro.

 

 

¿La Generalitat lo ve con buenos ojos?
Son muy recientes las declaraciones del consejero. Ahora toca la tarea del diálogo.

 

Diferentes alcaldes de Juntos de la comarca han relacionado a los delincuentes multirreincidentes con la inmigración. ¿Comparte este posicionamiento?
En la política hay dos enfoques. Decir las cosas pensando que es lo que quiere escuchar la gente o escuchar el problema de la gente y darle solución. El primero contribuye al problema y no aporta soluciones. El segundo es un proceso de escucha para ver qué podemos hacer. Siempre me encontrarán en esta segunda opción. Nunca diré a la gente lo que es más fácil de decir, pero que al mismo tiempo no se puede hacer. En materia de seguridad, nuestra posición es clara: tolerancia cero, como demuestran los datos. Es decir, más presencia policial, más actividad policial, más detenciones y más juzgados. Quien la hace, que la pague, se diga como se diga. La seguridad es una prioridad.

 

Este enero se anunciaron 60 nuevos pisos de alquiler asequible. ¿Qué análisis hace de la situación de la vivienda en Mataró?
El fenómeno de la vivienda está sufriendo la dejadez de los gobiernos durante mucho tiempo. Tenían la competencia y tenían que hacer inversiones y reforzar el parque público. Estamos en una situación crítica para muchas familias, personas que han tenido algún cambio importante en su vida como una separación o jubilados con una pensión minuciosa. Son muchos colectivos que tienen una necesidad de vivienda que se puede acentuar de tal manera que el mercado no puede dar respuesta.

 

¿Qué pueden hacer?
Como ciudad estamos movilizando los máximos recursos posibles. Tenemos promociones de vivienda asequible y hemos activado sectores urbanísticos que tendrán un mínimo de un 30% de vivienda protegida. Son acciones que darán sus frutos, pero necesitan que quien tiene la competencia tenga una actitud decidida. No de enviarle el problema a los ayuntamientos, sino de poner sobre la mesa soluciones estructurales. A medio y largo plazo, uno de los objetivos de la reorganización del Plan General es dar soluciones en este tema.

 

¿Se han sentido solos en cuanto a la vivienda?
He dejado ya entrever mi posición sobre qué ha hecho el resto. Nosotros lo entavamos todo: seguridad y vivienda. Haremos las promociones de la ronda Barceló, hemos hecho el derecho de uso en la calle Churruca o tenemos diferentes sectores en desarrollo que incrementarán la bolsa de pisos en régimen protegido. Hay que exigir al resto que haga lo mismo.

 

¿Qué límite de crecimiento tiene Mataró?
Con el planeamiento actual todavía creceremos más. Se están haciendo sectores importantes como Iveco-Pegaso, que tiene una parte residencial importante y conlleva la transformación del frente marítimo. Mataró es una ciudad atractiva a las inversiones y que está en transformación para poner en valor sus activos. Se desarrollará la antigua carretera de Cirera u otros sectores como el Sorrall, que hará crecer la población de la ciudad. En cualquier caso, hemos iniciado los trabajos de revisión del Plan General y creo que esta decisión debe ser un debate ciudadano. ¿Qué queremos ser? Planteando los retos y asumiendo algunas consecuencias. Si no cambia nada, tendremos la misma ciudad por lo bueno y por lo malo.

 

Hablaba del sector del Sorrall, ¿qué transformaciones urbanísticas debe sufrir Mataró el mandato?
Hay uno que está repartido y tres sectoriales. El primero, debemos dejar arreglado cómo queremos afrontar la regeneración urbana de la ciudad y hacer revivir la calidad del espacio público. En segundo lugar, la transformación del frente marítimo, que hará la ciudad aún más atractiva. Por otro lado, debemos continuar la tarea de poner en valor el casco antiguo. Y, en cuarto lugar, el Sorrall, que arregla otra parte de entrada a la ciudad y es una opción muy buena para Cerdanyola.

 

 

Han implantado nuevos sistemas de recogida selectiva en la ciudad, el último ha sido en Vista Alegre. ¿Qué mapa plantea por la basura en el municipio?
El mapa que tendremos en Mataró es el que tendremos en toda Europa. No se pueden derrochar tantos recursos porque no los producimos y debemos darles el máximo de valor. Además del tema medioambiental, que es imprescindible. Europa nos dice que no puede ser que reciclemos como ahora, cerca del 30%. Debemos aplicar nuevas técnicas, tecnologías y marcos legales para dar respuesta a estos objetivos.

La ciudad es heterogénea. No es lo mismo el ensanche, una urbanización o el centro. El centro tiene recogida móvil, para que el paisaje esté libre de contenedores. En otros barrios como Vista Alegre, funciona el puerta a puerta porque es poco denso. Y, por otro lado, empieza a haber soluciones como los contenedores cerrados, que deben demostrarse que funcionen y probablemente se aplicarán en la ciudad.

 

Los contenedores cerrados acostumbran a tener oposición de la ciudadanía en muchos municipios donde se aplica. ¿Cómo se podría enderezar una situación así?
(Coge el teléfono) Tú este teléfono puedes decidir si lo compras o no lo compras, pero desgraciadamente no puedes decidir por qué precio lo compras. Puedes decidir si gastas o no petróleo, pero no el precio. Nos podemos revolver contra los cambios tanto como queramos, pero la realidad es que las materias primas son finitas, no las producimos en nuestro territorio y lo que compramos le tenemos que dar el máximo de vida posible. Es el mejor desde el punto de vista de rendimiento y medioambientalmente. ¿Queremos dejar a las siguientes generaciones un legado con vertederos de toneladas y toneladas de basura? En mi caso, no. Sin embargo, hay que empatizar con esta gente porque es un tema difícil.

 

Han cedido los terrenos por el nuevo Hospital de Atención Intermedia. ¿Qué tempos se plantean desde la Generalitat?
El año pasado desencallaron la redacción del proyecto y ahora se deben activar todos los trámites para que en 2024 o 2025 esté hecho el proyecto de obras. Hay varios pasos administrativos, que están actividades, y confío en que el 2027 o 2028 sea una realidad. Debe suponer una mejora del servicio, una modernización de la atención y una contribución esencial a la sostenibilidad del Consorcio.

 

¿Qué papel tiene el Ayuntamiento en el futuro del proyecto de Can Fugarolas?
Es un proyecto autogestionado y tiene que seguir siéndolo porque le da valor. El Ayuntamiento debe acompañar para que las soluciones sean viables dentro de sus posibilidades y sus competencias. Estamos trabajando con los colectivos para encontrar una solución, teniendo en cuenta que la tienen que liderar ellos.

 

¿Es optimista?
Soy optimista, si no, no me habría presentado como alcalde. Pero al mismo tiempo soy prudente. Hemos empezado a hablar de la venta y de cómo se podría hacer.

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