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El equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en Barcelona investiga una organización dedicada a la recogida de animales abandonados por “graves irregularidades” en la gestión de los animales y “tratamiento clandestino de cadáveres”.
En la investigación están involucradas cinco empresas y siete personas. Se han investigado dos residencias caninas, en una de ellas había una incineradora autorizada para la gestión de cadáveres, pero los agentes sospecharon que también se podrían estar eliminando pruebas de posibles sacrificios “injustificados” de animales para “encubrir” posibles casos de maltrato animal. La destrucción de cuerpos, apunta la investigación, no seguía los protocolos de trazabilidad fijados en la normativa.
La investigación en esta residencia canina se inició tras varias denuncias ciudadanas por sospechas de irregularidades. Posteriormente, otra denuncia dio lugar a la investigación de una segunda residencia, que posteriormente los agentes concluyeron que era gestionada por las mismas personas.
Aparte de demostrar casos de maltrato animal, la investigación reveló falsificaciones documentales y almacenamiento no autorizado de cuerpos en una nave.
Durante la investigación han declarado cinco personas, que han explicado casos de sacrificio injustificado de animales y las condiciones inadecuadas en que vivían.
La Guardia Civil ha concluido que la red operaba bajo un esquema criminal a través del cual se lucraba con los contratos con ayuntamientos y la gestión de cadáveres y sus residuos. Se les acusa de ocultación de pruebas, delitos de maltrato animal, falsedad documental, contra los recursos naturales y de organización criminal.
Más de 50 ayuntamientos de Barcelona que desconocían las irregularidades habían contratado a estas empresas.
