El juzgado de primera instancia número 39 de Barcelona ha denegado detener cautelarmente la publicación del libro ‘El Odio’, de Luisgé Martín y la editorial Anagrama, donde José Bretón confiesa cómo asesinó a sus dos hijos.
La Fiscalía de Menores de Barcelona había pedido detener la distribución del libro, y la editorial lo hizo preventivamente, pero defendió su derecho a vender el libro para presentar al lector la “maldad del asesino”, sin “justificar, ni exculpar el crimen”, sino “mostrando su horror”. El juzgado dice que no tiene suficientes elementos para decidir si el libro vulnera el honor de los dos niños asesinados y, por tanto, no impide su distribución.
Ruth Ortiz, la madre de los dos niños, había pedido amparo a la justicia para que se paralizara la distribución del libro y la Fiscalía de Barcelona, donde se encuentra la sede de la editorial, pidió medidas cautelares para la suspensión de la publicación del libro. El Servicio de Atención a Víctimas de Andalucía (SAVA) presentó previamente un escrito a la fiscalía pidiendo “ayuda, auxilio y amparo”, firmado por Ruth Ortiz, en el que considera ilegal la publicación.
La madre de los niños apunta que el conocimiento de los detalles del libro a través de los medios de comunicación le está causando un “gran dolor y nuevos daños psicológicos”. En el escrito, considera que la publicación del libro es ilegal de acuerdo con la ley de protección del derecho al honor, la intimidad personal y familiar y la propia imagen, así como contraria a la ley de protección a la infancia y la adolescencia.
La fiscalía pidió una medida cautelarísima sin escuchar la versión de la editorial para poder examinar el contenido del libro antes de distribuirse. El juzgado, sin embargo, dice que la solicitud de la fiscalía se basa en resúmenes periodísticos del libro y no el contenido real de la obra. Esto hace que el magistrado tampoco sepa de qué género se trata el libro. Como no se sabe en qué medida el libro puede vulnerar el derecho al honor de los niños muertos, el magistrado no sabe si se puede tomar una medida cautelarísima menos restrictiva. Por todo ello, deniega la petición, que todavía se puede recurrir.
Al día siguiente de detener voluntariamente la distribución del libro, la editorial aseguró que es “plenamente consciente de la monstruosidad de los crímenes” de José Bretón y afirmaba “comprender” la sensibilidad que puede suscitar la exploración de la condición de asesino. Con todo, las fuentes reiteraban el compromiso con la responsabilidad editorial y la libertad de expresión, que “deben convivir”. “Entendemos que la literatura puede y debe abordar estos temas sin dejar la complejidad que representan, como hace Luisgé en ‘El odio'”, precisaban.
“La literatura siempre ha tratado realidades complejas y dolorosas también crímenes que han marcado sociedades enteras. Desde Emmanuel Carrère o Truman Capote, y tantos otros, los escritores pueden trabajar con materiales difíciles y controvertidos”, aseguraba en una nota.
Según la editorial, la obra de Luisgé Martín busca “dilucidar” una violencia extrema, las condiciones en las que se produce y las implicaciones “filosóficas y éticas de la crueldad como una pulsión de lo humano”, explorando cómo la sociedad y la psicología individual convierten en actos que “desafían la moral”. Al mismo tiempo, Anagrama constata que la Constitución reconoce el derecho fundamental a la creación literaria.
