Con motivo del Día Internacional de los Bosques, que se celebra el 21 de març, la Diputación de Barcelona ha presentado su plan de gestión forestal sostenible. Este proyecto, liderado por la Oficina Técnica de Prevención Municipal de Incendios Forestales y Desarrollo Agrario (OTPMIFDA), tiene como objetivo principal la seguridad de los bosques y la protección de los núcleos habitados. La estrategia busca reducir el riesgo de incendios en un contexto de cambio climático y de creciente vulnerabilidad.
Según ha explicado el diputado de Prevención de Incendios y Gestión Forestal, Jordi Fàbrega, “cortar un árbol no es un crimen, al contrario, es fundamental para la conservación de los bosques“. Este enfoque defiende la necesidad de gestionar de manera activa las superficies forestales para prevenir incendios devastadores y garantizar la biodiversidad.
Una inversión estratégica para la seguridad ambiental
Para el periodo 2024-2025, la Diputación de Barcelona destinará 10,4 millones de euros a la prevención de incendios y a la mejora forestal. De esta inversión, 6,5 millones se dirigen a la gestión forestal sostenible, mientras que 4 millones se asignan a la protección de zonas habitadas. Además, se prevé un fondo de apoyo a las Asociaciones de Propietarios Forestales de 3,3 millones de euros para 2025.
La gestión forestal se basa en dos grandes programas:
- Restauración y Mejora Forestal (RMF): Actuaciones sobre 1.424 hectáreas durante 2024, con planes de expansión para 2025 que cubrirán 1.600 hectáreas adicionales. Las zonas priorizadas incluyen El Bages, El Vallès Oriental y L’Anoia.
- Prevención de Incendios en Urbanizaciones y Núcleos de Población (PPU): Creación de franjas de protección de alrededor de 456 hectáreas urbanas durante 2024, con un plan de expansión de 365 hectáreas para 2025.
Colaboración clave para el éxito
El éxito de este plan se debe a la colaboración entre administraciones, ayuntamientos y asociaciones de propietarios forestales. En total, 207 municipios han establecido convenios con la Diputación para trabajar conjuntamente en la gestión del territorio. “Queremos garantizar seguridad y sostenibilidad”, explica Juncosa.
Durante la presentación, se ha destacado el caso de Can Planes, en La Roca del Vallès, como ejemplo de una gestión forestal eficiente. Gracias a la intervención, se ha conseguido transformar un bosque denso en un espacio seguro y ordenado, reduciendo significativamente el riesgo de incendios. Joan Bertran, presidente de la Asociación de Propietarios Forestales Cordillera Litoral Central, ha subrayado que “cuidar los espacios forestales es esencial, ya que la falta de gestión los convierte en una bomba de relojería ante los incendios”.
También se ha destacado la experiencia de Canyelles, donde la aplicación del programa PPU ha mejorado la seguridad de varias urbanizaciones mediante la creación de franjas de protección y la adecuación de parcelas municipales. La propia alcaldesa de Canyelles, Rosa Huguet, ha asegurado que “es crucial garantizar el bienestar no solo forestal, sino también de todos los ciudadanos. Cuando llegamos a los 40 grados, hay un riesgo de incendio. Como consecuencia, muchas personas que viven en los hogares cercanos a las zonas afectadas también se ven comprometidas.”
Compromiso con la sostenibilidad
Este proyecto se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, concretamente con los enfocados en acción climática, vida de ecosistemas terrestres y consumo responsable. La Diputación de Barcelona reafirma así su compromiso con la protección del medio ambiente y la seguridad de los ciudadanos.
Con este modelo de gestión, se quiere garantizar que los bosques de la provincia de Barcelona sean espacios más seguros, biodiversos y resilientes ante los retos climáticos del futuro.