Arqueólogos del CSIC (Consejo Superior de Investigadores Científicas) han identificado en Gavà un total de 24 nuevas bocas de mina en un terreno municipal semi boscoso del barrio de Les Ferreres. Los investigadores sospechan que serían las más antiguas del municipio, de 6.000 años de historia y correspondientes a la época neolítica más antigua.
En este sentido, han encontrado restos de varios que apuntan a que serían las primeras minas explotadas en superficie. Todas estas hipótesis esperan verificarlas a partir de ahora con una excavación bajo tierra. Ahora mismo estas 24 bocas de mina es la reserva arqueológica identificada más importante que tiene Gavà: “Es un regalo”, ha asegurado el responsable de la investigación, Ferran Borrell.
Con los más de 40 años de historia de excavaciones en Gavà, esta es la primera vez que los investigadores han podido trabajar en una parcela municipal sin presión de un proyecto urbanístico, “ni las peleas de un jefe de obra”. Se trata de un área de cerca de 2.000 m² situada en el límite urbanizado de Gavà, un lugar donde el CSIC tenía “muchos indicios” de encontrar restos de actividad minera.
Con una prospección básicamente superficial realizada en 2022 y 2023, han encontrado 24 nuevos puntos de mina situados en un área de poco más de 400 m². “Estos resultados extienden el yacimiento minero de Gavà con mucha fuerza”, ha celebrado este viernes en rueda de prensa el responsable de la investigación y miembro del CSIC, Ferran Borrell, que ha destacado que han encontrado diferentes elementos que hacen pensar que en la zona hubo la primera actividad minera hace 6.000 años.
Hasta ahora, todas las minas identificadas en Gavà se sitúan como muy atrás alrededor del neolítico medio, aproximadamente al 3.600 a.C. Ahora todo parece indicar que se trataría de una actividad situada en torno al 4.000 a.C., según indican los restos encontrados, sobre todo de varios, entre otros fragmentos de piedras y material de la época.
“La minería neolítica no empieza de un día para otro, sino que es necesario un aprendizaje y acumulación de experiencia, y todo apunta a que ahora hemos encontrado elementos relacionados con los inicios de la actividad”, ha asegurado Borrell, sospechando que una vez profundizan el terreno toparán con restos neolíticos más similares a lo que ya conocían hasta ahora. “Es muy probable que ahora estemos ante las primeras evidencias de minería, las cuales luego derivarían en la explotación subterránea”, ha aseverado.
Borrell ha destacado que el nuevo hallazgo es “un regalo”, ya que es considerada la reserva arqueológica más grande “y en mejores condiciones” que tiene ahora mismo Gavà de cara a seguir desgranando la historia del municipio. El investigador ha recalcado que “la mejor manera de proteger el patrimonio es encontrándolo e identrándolo”, motivo por el que ha instado al Ayuntamiento a “esforzarse” para proteger la zona y permitir que se siga investigando.
Desde el consistorio, la alcaldesa Gemma Badia se ha comprometido a hacer frente al proyecto de los investigadores, que tienen previsto profundizar en la zona hasta 2025. A partir de entonces, Borrell ha augurado que el espacio tiene potencial para trabajar un mínimo de diez años más hasta poder encontrar material que permita responder cuestiones como ‘¿Hasta dónde llega la antigüedad de la actividad?’, ‘¿De dónde proviene la variscita con la que trabajaban?’. “En los próximos años confiamos en poder acercarnos al máximo a todo aquello que rodeaba el neolítico antiguo”, ha anhelado.
Aparte de los hallazgos que abren nuevas hipótesis sobre la antigüedad de la actividad minera, durante las últimas prospecciones en Las Ferreras los investigadores también han encontrado otros elementos de diferentes épocas. Los más sorprendentes han sido dos ollas fragmentadas correspondientes a la época moderna, las cuales han podido restaurar de forma casi íntegra.