Este viernes, Xavier Garcia Albiol, alcalde de Badalona, y Ramon Torra, gerente de la AMB han hecho una visita sobre el terreno para ver las obras de transformación de la rambla de Francia de Badalona, un eje cívico que conecta de sur a norte la ciudad, desde la calle del Perú y la calle de Gran Bretaña hasta la plaza de los Voluntarios Olímpicos. La actuación, con un coste de 1.437.281,03 €, forma parte del Plan de sostenibilidad ambiental (PSA) y tiene como retos la renaturalización, el impulso de la biodiversidad y la gestión activa del agua en este espacio público. El ámbito de intervención comprende 11.329 m2 y la duración de las obras se alargará aproximadamente 8 meses.
Xavier Garcia Albiol ha recordado que “esta es una reforma largamente solicitada por los vecinos” y que en el mandato 2020-2021, su gobierno ya la encargó al AMB. El alcalde ha explicado que se trata de un proyecto “que cambia todo el entorno, que supone ganar espacios verdes, con nueva vegetación, con un área de juegos infantiles, aparatos para que las personas mayores practique deporte y con importantes mejoras en las calles de alrededor“. “ Badalona está en un momento en el que se está empezando a levantar la ciudad para hacer obras. Somos conscientes de que esto puede causar molestias temporales para los vecinos, pero estas actuaciones son las que permitirán transformar Badalona “, ha añadido.
Ramon Torra ha explicado que este proyecto se convierte en una reconversión de un espacio de transición entre un barrio residencial respecto a una zona industrial, con la diferencia de movilidad que implica. Torra ha destacado la mejora de la infraestructura verde, el verde urbano que requiere una gestión sostenible del agua y más aún en la situación de sequía actual. “Necesitamos el agua pero tenemos que hacerlo de forma sostenible para que no haya consumos excesivos. Por ello, el planteamiento del proyecto prevé sistemas de recogida de agua de lluvia. .” “La accesibilidad es uno de los otros ejes importantes, con un diseño que pretende ser un espacio accesible para todos en una calle que tiene bastante pendiente”. Finalmente Torra destaca que “este eje contará con diferentes usos vinculados a la actividad económica, un área de juegos, otra área de actividad para personas mayores o zonas de estancia”.
Los principales objetivos marcados se conseguirán con las siguientes actuaciones:
- Mejora de la gestión del agua, mediante la implementación de zonas con vegetación, llanuras y pavimentos que permitan la permeabilidad de la superficie a través de un blando de gravas, con el fin de aumentar la infiltración del agua.
- Impulso a la infraestructura verde, con el incremento de vegetación, especialmente de la arbustiva mediterránea.
- Mejora de la accesibilidad potenciando los pasos con pendientes menores del 6 %, nuevas zonas planas y plataformas únicas en los cruces.
- Introducción de nuevos usos: creación de un nuevo espacio biosaludable apto para que las personas mayores haga ejercicios, una nueva área de perros o la renovación de un área de juegos infantiles.
- Impulso a la actividad económica de kilómetro cero, con la mejora del espacio comercial, que permitirá colocar más terrazas de restauración y ocio.
- Disminución del consumo energético, gracias a la incorporación de iluminación LED de alta eficiencia y sistemas de regulación según el horario, y el uso de energía solar en el sistema de control y gestión del riego.
Estos objetivos y actuaciones se enmarcan en el Protocolo de sostenibilidad para las obras públicas metropolitanas, presentado el pasado mes de marzo: una guía que recoge en 19 criterios las medidas para contribuir a frenar el cambio climático y adaptarnos a sus efectos locales, que ya sufrimos actualmente, como la falta de agua o el incremento de las temperaturas en verano.
La rambla de Francia y la gestión del agua de la lluvia
Este eje cívico, que es un conector importante de la ciudad y a la vez un punto de transición entre la zona residencial y el polígono, presenta problemas de drenaje del agua de estiba en la acera del lado de las viviendas y en las isletas centrales.
En la acera de las viviendas, los problemas derivan de los pavimentos impermeables junto con canales tapados por la arena, que no permiten recoger el agua de lluvia, y de árboles sin espacio suficiente para crecer correctamente. En las isletas centrales, la mala disposición del sablón existente provoca pérdidas del material, genera regueros, empeora la accesibilidad y dificulta la evacuación del agua.