La Diputación de Barcelona (DIBA) prevé aprobar mañana, 28 de noviembre, el presupuesto para 2025, uno de los más destacados en volumen dentro del sector público catalán. Con un importe global de 1.308,59 millones de euros, esta cifra representa un incremento del 5,2% respecto al de este año y confirma el compromiso de la institución con los municipios de la provincia, especialmente los de menor dimensión. Además, el presupuesto pendiente de aprobación se caracteriza por contemplar las realidades municipales y del país; como la sequía o la transición del uso de las energías renovables.
El carácter municipalista del presupuesto se hace patente en su distribución: el 82,3% de los recursos se destinarán a asistencia directa a los gobiernos locales. Este porcentaje consolida la función de la DIBA como aliada fundamental de los ayuntamientos, en particular de los que tienen menos capacidad financiera. El porcentaje restante, un 17,7%, se reserva para el funcionamiento interno de la institución, incluyendo un incremento retributivo del 2,5% para su plantilla de 4.537 trabajadores, repartidos entre diversos organismos.
Un presupuesto alineado con el nuevo Plan de Mandato
La diputada Filo Cañete, responsable de los Servicios Generales de la DIBA y alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, ha sido la encargada de presentar los grandes ejes de estas nuevas cuentas. Según Cañete, el presupuesto de 2025 es “el primero en consonancia con el nuevo Plan de Acción del Mandato” y deja atrás el carácter de “transición” que definía el de 2024. “Estamos ante un presupuesto que contempla hechos tan importantes como son las mejoras y cualidades de vida de los ciudadanos”, ha asegurado.
Por otro lado, ha destacado que las presentes cifras tienen como objetivo reducir las desigualdades entre municipios y fomentar la igualdad de oportunidades en todo el territorio. “Queremos que todos los municipios, grandes o pequeños, dispongan de los mismos recursos y oportunidades para su desarrollo”, ha explicado.
El presupuesto será aprobado previsiblemente con el apoyo de todas las fuerzas políticas representadas en el Pleno, con la excepción de VOX. Esta formación, según ha indicado Cañete, ha sido deliberadamente excluida de las negociaciones por su estrategia basada en “un discurso del odio y la discriminación”.
La alcaldesa de Sant Adrià del Besòs ha confirmado la posición del gobierno respecto a VOX: “No queremos formar parte de un partido que traslada un mensaje de odio y discriminación. Nosotros huimos de este tipo de partidos y políticas. Es por este motivo, que no queremos ningún acuerdo presupuestario con VOX”.
Cohesión territorial e inversiones estratégicas
Las líneas de actuación principales de DIBA para 2025 giran en torno a ejes estratégicos como la cohesión territorial, la lucha contra la emergencia climática, la regeneración urbana, y la cohesión social, económica y cultural. Estas líneas se traducen en diversas inversiones y programas para reforzar infraestructuras locales, fomentar la educación, mejorar los servicios sociales y promover el desarrollo económico.
El presupuesto destinará 37,05 millones de euros a la mitigación del cambio climático y a promover la sostenibilidad, así como más de 326.000 euros a la adaptación de los territorios a las consecuencias del cambio climático. En este marco, se dedicarán 34,94 millones de euros a la mejora y mantenimiento de equipamientos y espacios naturales, con el objetivo de preservar la biodiversidad y garantizar su resiliencia ante los nuevos retos ambientales.
Además, se invertirán 16,11 millones de euros en la gestión forestal, centrándose en la prevención de incendios y en la protección de los bosques, considerados esenciales para la regulación climática y la conservación de ecosistemas. Este conjunto de medidas busca fomentar un desarrollo sostenible y asegurar una respuesta efectiva a los impactos del cambio climático.
En cuanto a las infraestructuras locales, se prevé una inversión de 78,4 millones de euros, con un foco destacado en la mejora de la red viaria (26,73 millones) y la movilidad sostenible (15,41 millones). Esto busca no sólo modernizar las comunicaciones locales, sino también reducir el impacto ambiental. En salud pública, se invertirán 19,86 millones para promover estilos de vida saludables, abordando la salud mental y reproductiva, y combatiendo desigualdades sociales.
Los servicios sociales municipales representan el grueso más importante del presupuesto, con 40,53 millones dedicados a programas que incluyen la adaptación de viviendas para personas mayores y dependientes, y servicios residenciales temporales de estancias temporales como RESPIR y SAUV, que recibirán 24,97 millones. En el ámbito más específico de la cohesión social, se destinarán 12,49 millones a políticas de igualdad y diversidad, con un enfoque especial en el feminismo (8,94 millones) y el apoyo a la juventud (8,91 millones).
La educación es otra prioridad, con 49,13 millones para combatir la segregación escolar y fortalecer las capacidades de los municipios. Paralelamente, los deportes recibirán 26,44 millones para mejorar infraestructuras y fomentar la actividad física como herramienta para la salud y la cohesión. En turismo y comercio, las inversiones buscan dinamizar las economías locales con 12,08 millones por promoción turística y 7,09 millones para el apoyo comercial local.
Finalmente, en el ámbito laboral, se destinarán 25,69 millones de euros para incentivar la formación y la inserción laboral, especialmente dirigida a colectivos demandantes de empleo. Entre los puntos a destacar, se pone un gran énfasis en la contribución al asesoramiento y al apoyo a las empresas que necesitan cubrir puestos de trabajo. Esta tarea será asumida por la Red de Servicios Locales de Empleo. Paralelamente, la Red de Oficinas Técnicas Laborales ofrecerá apoyo específico a las personas que presentan trastornos de salud mental.
Dependencia de los ingresos estatales y estabilidad financiera
Uno de los retos recurrentes en la elaboración de los presupuestos de la DIBA es su alta dependencia de los tributos del Estado, que representan el 78% de los ingresos totales de la institución. Estos tributos provienen principalmente del IRPF, el IVA y los impuestos especiales. La incertidumbre sobre la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2025 podría condicionar la ejecución final de las previsiones de la Diputación.
A pesar de este escenario, la DIBA ha optado por una gestión prudente, estimando un incremento del 13% en la aportación estatal. Esta previsión se basa en el comportamiento reciente de los ingresos y en la situación económica general. Además, la institución continúa exhibiendo una sólida salud financiera, manteniéndose sin endeudamiento desde 2021, lo que garantiza una notable estabilidad para abordar los retos futuros.
Uno de los presupuestos más grandes del sector público catalán
Con sus 1.308,59 millones de euros, el presupuesto de la DIBA para 2025 es el cuarto más grande del sector público catalán, sólo superado por los de la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona y el Área Metropolitana de Barcelona. Este volumen de recursos evidencia la importancia de la Diputación como institución clave para el desarrollo territorial y el apoyo a los municipios.
Un modelo de gobernanza plural y transversal
La DIBA, gobernada por una coalición entre PSC, ERC, Comunes y disidentes de Junts, ha querido poner énfasis en el consenso y la colaboración como pilares de su modelo de gobernanza. Además de las fuerzas del gobierno, se prevé que también apoyen el presupuesto otros grupos como el PP, Tot per Terrassa y parte de Junts. Esta transversalidad refuerza la legitimidad de las decisiones tomadas y asegura una amplia representatividad en las políticas adoptadas.