Desde que Barcelona se ha popularizado el bicing, los patinetes se ha añadido el tranvía como modo de transporte, la ciudad se ha ido haciendo cada como más complicada para los peatones, especialmente a la hora de atravesar varias calles y avenidas donde conviven –forzadamente– varios modos de transporte diferentes.
Así, en una información de Betevé, se destaca como especialmente caótica el cruce de la avenida Diagonal a la altura de la calle Girona, donde también se entrecruza la calle de Provença.
Atravesar el cruce de Diagonal con Girona se ha convertido en un maldito para peatones, bicicletas y patinetes.
El trazado, sin embargo, es provisional, ya que funciona de enlace entre el tramo de la Diagonal reformado y el que todavía no lo está
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– btv noticias (@btvnoticies) December 3, 2024
Atravesarla es cada vez más complicado para peatones y ciclistas. En esta confluencia enlazan tres carriles bici de doble sentido y, a menudo, las bicicletas y los patinetes invaden hasta cuatro pasos de peatones para desviarse lo mínimo posible de su trayectoria.
Este trazado es reciente, después de que la zona estuviera largamente afectada por las obras del tranvía, y la regulación del cruce parece que no acaba de funcionar.
Los vecinos de la zona alertan de que las personas que van a pie deben extremar las precauciones a la hora de atravesar. La confluencia de las calles de Girona, Diagonal y Provença es todavía provisional ya que funciona de enlace entre la Diagonal reformada y la que no lo está.
Algunos incluso señalan este tramo como “la isla de la vergüenza”. “Este tramo desde Paseo de Sant Joan hasta Girona es una vergüenza, no está bien acabado, han dejado la parada del tramo sin urbanizar la mitad de la calle y las aceras muy estrechas”, sentencia una vecina.
Cuando llegan al cruce con la calle de Girona, las bicicletas y los patinetes que circulan por el carril bici de la Diagonal en sentido Besòs deben dejar el lateral para circular por el tronco central, recientemente reformado.
Aunque tienen carriles habilitados para hacerlo, a menudo optan por invadir los pasos de peatones para no desviarse de la trayectoria. Al caos se añade el comportamiento, a menudo errático, de algunos conductores de patinetes, como podemos ver en la grabación.
Desde Amigos de la Bici reconocen la peligrosidad del cruce y lo atribuyen a que el dibujo del carril bici no sigue un recorrido natural y las bicicletas van por donde pueden.