Barcelona de Infraestructuras Municipales (BIMSA) celebra este año su vigésimo aniversario. En estas dos décadas, la empresa municipal, encargada de la coordinación de proyectos y obras de urbanización, infraestructura, equipamientos y edificación singular por encargo del Ayuntamiento de Barcelona, se ha consolidado como un agente clave para la transformación urbana de la ciudad gestionando, en total, una inversión cercana a los 2.700 millones de euros.
La huella de BIMSA en Barcelona es muy amplia, tanto en el ámbito del espacio público como en el de la construcción de equipamientos. Ha estado detrás de actuaciones tan relevantes como la construcción del túnel de Glòries, la cobertura y urbanización de las vías de Sants, los ejes verdes del Eixample, el despliegue de la red de carriles bici, parte de la transformación del Port Olímpic y las reformas de vías y espacios emblemáticos como la plaza de Lesseps, la Ronda del Mig, la Ronda del Alfés, el paseo de Sant Joan, el Paral·lel, la Diagonal y la Gran Via, entre otros.
Además, ha hecho posible la edificación de iconos de la Barcelona contemporánea, como el Mercat dels Encants, el DHUB y la nueva Escuela Massana; y ha contribuido a la rehabilitación de espacios históricos, como los recintos fabriles de Fabra i Coats y Can Batlló y el antiguo Mercat del Born. BIMSA también se ha especializado en la edificación de Centros Deportivos Municipales y bibliotecas, en este último caso con ejemplos insignias como los de las bibliotecas Jaume Fuster, Miquel Llongueras, Joan Maragall y Gabriel García Márquez.
Actualmente, BIMSA juega un papel estratégico en algunas de las transformaciones que marcarán el paso hacia la Barcelona del futuro. Son casos como la conexión de los tranvías por la Diagonal, la transformación de la plaza de Les Glòries y reformas como las de la Rambla, la avenida Meridiana, Via Laietana y la cobertura de la Ronda de Dalt. Además, ha asumido buena parte de las cerca de 3.000 actuaciones de mantenimiento, renovación y transformación previstas en el marco del Plan Arregla y está llevando a cabo obras encaminadas a mitigar los efectos de la emergencia climática, como la ampliación de la red freática de la ciudad.
Para la primera teniente de alcaldía y presidenta de BIMSA, Laia Bonet, “entender hoy el urbanismo de Barcelona sin BIMSA es impensable. En estos veinte años, ha demostrado con creces que es uno de los mejores instrumentos con los que cuenta la ciudad para gestionar las grandes transformaciones desde el rigor técnico y profesional. El legado de BIMSA es amplísimo, como también lo es su futuro. La empresa municipal tiene por delante un papel estratégico para hacer realidad la Barcelona del mañana: una ciudad sostenible y capaz de adaptarse a los efectos del cambio climático, que se quiere inclusiva y accesible para todos; la Barcelona que recupera y cuida su patrimonio arquitectónico para darle una segunda vida acorde con las nuevas necesidades.”
Más proyectos y cada vez más diversos: claves para el creciente peso de BIMSA en la ciudad
La estabilización y diversificación de los encargos realizados por el Ayuntamiento han hecho que el peso de BIMSA en la ciudad haya ido en aumento. Inicialmente, la compañía gestionaba, fundamentalmente, grandes proyectos de infraestructura. Con el paso de los años, sin embargo, ha sabido adaptarse y dar respuesta a las necesidades cambiantes del urbanismo barcelonés, convirtiéndose en un instrumento versátil capaz de ocuparse de una gran variedad de actuaciones: desde grandes proyectos y obras de espacio público hasta otros de alcance territorial en los distritos.
Las cifras reflejan el aumento de la actividad. El presupuesto de inversión municipal (PIM) asignado a BIMSA ha pasado de los 793 M€ del mandato 2019-2023 a los 1.142 M€ del actual. Esto supone un crecimiento del 44%. El año 2023 se marcó el récord de obra de ejecutada, por valor de 320 M€, un 67% más que el año anterior, una cifra que se prevé estabilizar en torno a los 300 M€ anuales de aquí a 2027.
El aumento de la carga de trabajo y las nuevas necesidades de Barcelona han empujado a BIMSA a iniciar una profunda transformación organizativa, tecnológica y cultural. Es la llamada Agenda Estratégica 23-32, un plan estratégico formado por 10 ejes de trabajo, 14 programas y 29 proyectos que tiene como objetivo general dar respuesta a este mayor volumen de producción de manera eficiente, eficaz y con los máximos estándares de calidad. La apuesta por la gestión especializada de proyectos, la digitalización, la sostenibilidad y el talento son los ingredientes principales de la fórmula con la que se quiere hacer frente a esta nueva etapa.
Digitalización, innovación y sostenibilidad: tres ejes clave para el futuro de BIMSA
La reorganización funcional se está acompañando de una apuesta clara por la digitalización y la optimización y mejora de procesos. Se espera que los tres factores confluyan en una mayor eficacia, haciendo valer el compromiso de BIMSA con la gestión responsable y transparente de todo el ciclo de vida de la obra pública promovida por el Ayuntamiento de Barcelona.
La BIMSA del mañana también quiere avanzar en todos los retos que tienen que ver con la adaptación de la ciudad a los efectos de la crisis climática. Por eso la innovación en tecnología y diseño y la sostenibilidad son nuevas áreas de trabajo transversal en todos los ámbitos de actividad de la compañía.
En este sentido, BIMSA se prepara para la progresiva integración de la inteligencia artificial en sus procesos. También quiere adoptar nuevas tecnologías y técnicas constructivas para mejorar sus proyectos y obras y ser un referente en la planificación y ejecución eficiente de actuaciones de iniciativa pública.
En el ámbito de la sostenibilidad, entre otras acciones, se está promoviendo la incorporación de nuevos materiales y sistemas constructivos más responsables con el entorno. También se están diseñando estrategias de circularidad y descarbonización de la actividad. En concreto, se trabaja para extender el reaprovechamiento de materiales durante la ejecución de obras públicas para reducir el volumen de residuos generados. Otra línea de trabajo son las pruebas piloto que se están iniciando para testear el uso de maquinaria de obra eléctrica y sostenible, aprovechando la red pública de puntos de recarga eléctrica de la ciudad.
Una sede innovadora para la nueva BIMSA
Los cambios organizativos y tecnológicos que BIMSA está impulsando llevan aparejada el estreno de una nueva sede corporativa, ubicada en el edificio MediaTIC. El traslado a estas nuevas oficinas está previsto en la primavera de 2025.
El inicio de esta etapa supone la materialización de una nueva cultura corporativa basada en la apuesta por el talento y el fomento de la colaboración y la innovación en un entorno de trabajo moderno, funcional y ecoeficiente situado en el epicentro del 22@, uno de los entornos más dinámicos de la ciudad. Desde aquí, la nueva BIMSA quiere proyectarse como un instrumento renovado al servicio de una Barcelona sostenible, humana y resiliente.