Barcelona actualiza la hoja de ruta que debe definir las políticas públicas de movilidad hasta 2030 con la mirada puesta en construir una mejor movilidad de las personas y a su calidad de vida, que garantice el derecho a la movilidad segura y sostenible para todos, que acelere la descarbonización del transporte y que contribuya a la realización eficiente de las actividades económicas y el desarrollo personal.
Por ello, la propuesta de Plan de Movilidad Urbana (PMU) 2025-2030 que hoy se ha presentado a la sesión plenaria del Pacto por la Movilidad, establece el incremento de los modos más sostenibles, como caminar, el transporte público, la bicicleta y los VMP, hasta el 85% del total de desplazamientos y la consiguiente reducción del uso del vehículo privado.
Para alcanzar estos objetivos, por primera vez el PMU ha definido el reparto modal de la movilidad en Barcelona según los motivos por los que se mueven las personas. Esta concreción permite la elaboración de medidas, mecanismos y soluciones más eficaces, así como la definición misma de los objetivos. El documento, que se ha elaborado durante el último año, ha cogido como punto de partida el reparto modal de 2023, cuando los modos de transporte más sostenibles (a pie, transporte público, bicicleta y VMP) sumaban más del 80%, muy cerca de los objetivos del PMU 2024. Además de pasar del 19,9% de vehículo privado al 15%, el PMU establece un crecimiento de cerca de tres puntos hasta el 37,1% del transporte público y del 3,8% al 5,7% de los desplazamientos en bicicleta y VMP, en un contexto en el que la previsión es que la movilidad aumente un 12%, de 8,3 a 9,3 millones de etapas diarias.
En la sesión del Pacto por la Movilidad, la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha puesto de relieve la principal novedad de la elaboración del PMU, con “un enfoque nuevo, no tanto como nos movemos, sino por qué nos movemos, cuál es la finalidad por la que nos desplazamos”. “El objetivo es tener metas más realistas y actuaciones más efectivas, diseñadas y pensadas para cada tipo de movilidad y, por tanto, para poner en el centro las necesidades de la ciudadanía de Barcelona”, ha añadido. Finalmente, ha destacado que “la convivencia es la clave de la movilidad”. “Este tiene que ser nuestro reto y es el reto que queremos atajar con este PMU”, ha concluido la teniente de alcaldía del área de Urbanismo, Transición Ecológica, Servicios Urbanos y Vivienda.
La concreción del reparto modal según motivos de desplazamiento, permite identificar la movilidad laboral, es decir, los desplazamientos para ir o volver con motivo de trabajo, como el principal motivo de uso del vehículo privado. En este sentido, las políticas de movilidad de los próximos años deberán permitir reducir el uso del coche en un 25% en este ámbito, con el trasvase de 250.000 desplazamientos laborales, sobre todo de conexión, del vehículo privado al transporte público. Los objetivos estratégicos del PMU prevén también duplicar la cuota de desplazamientos de bicicleta en la movilidad educativa, así como la pacificación de calles en ámbitos con concentración de recorridos a pie motivados por la movilidad cotidiana de cuidados y gestiones cotidianas. En cuanto a los desplazamientos laborales y cotidianos, se establece la priorización de la infraestructura de la red de bus para mejorar el servicio y la calidad en los desplazamientos laborales, además de mejorar la accesibilidad en transporte público a los centros sanitarios.
Tres ejes del Plan de Movilidad Urbana 2025-2030
Eje 1: Diseño y gestión del espacio público para una movilidad segura, eficiente y sostenible
La movilidad en la ciudad de Barcelona debe desarrollarse de acuerdo con la protección de la zaga más débil, es decir, el peatón, con la ampliación y la protección del espacio público que utiliza. Esta priorización se complementa a la vez con el arreglamiento de todos los usos que se desarrollan en superficie y un diseño de las calzadas que favorezca aquellos modos de transporte colectivos con mayor capacidad y menor impacto. En este ámbito de actuación, los indicadores principales son el incremento de etapas a pie (+12%) y en bicicleta (+65%), así como la reducción a la mitad el número de víctimas mortales y personas heridas graves en accidentes de tráfico en el año 2030.
En este eje se incluyen medidas como la pacificación de 20 km de la red de movilidad cotidiana, especialmente alrededor de los entornos de equipamientos escolares y sanitarios, así como la ampliación de aceras que no son accesibles (inferiores a 1,8 metros de anchura libre) allí donde sea posible. Por otro lado, con el fin de priorizar modos de transporte con más capacidad y menos impacto, el PMU prevé la mejora y ampliación de la infraestructura ciclista y del Bicing, así como la de la red de bus y la garantía de calles seguras y diseños adecuados.
Eje 2: Un sistema de transporte público colectivo que capte más pasajeros
En este capítulo se encuentra la conexión de las redes del Trambaix y del Trambesòs, y la mejora de la red de bus urbano, con el fin de consolidar y seguir desarrollando los servicios exprés de bus urbano y de los buses a demanda, además de ampliar la oferta durante los fines de semana y en horario nocturno.
En este ámbito también juega un papel clave la mejora de infraestructuras actualmente en marcha, como son la ampliación de la red de metro, plan de cercanías, y otros que se han empezado a trabajar inicialmente, como la creación de infraestructura destinada a los intercambiadores por la red de bus interurbano.
Estas transformaciones, entre otras, deben permitir alcanzar un salto cualitativo en el transporte público urbano y metropolitano en superficie, así como mejorar la eficiencia y fiabilidad del servicio de transporte público ferroviario.
Eje 3: Reducción de la dependencia del vehículo privado y mitigación de las externalidades
La aceleración de la transición hacia un modelo más racional de movilidad que garantice la equidad social es otra de las líneas estratégicas del PMU, además de la implementación de medidas dirigidas a reducir el impacto del vehículo privado, avanzando en la descarbonización y la reducción de emisiones de CO₂.
En este sentido, figuran como propuestas destacadas continuar trabajando en las áreas de acceso restringido o regulado al tráfico, mejorando la tecnología de las existentes y poder establecer nuevas, así como fomentar y mejorar la capacidad del centro de control de tráfico y potenciar el uso de datos. En este sentido, a nivel de innovación aparece como un elemento clave el Barcelona Innova Lab Mobility, iniciativa impulsada conjuntamente con Fira de Barcelona para encontrar soluciones a nuevos retos de movilidad urbana.
Entre otras medidas, algunas propuestas destacadas de este eje de actuación son vincular el uso del vehículo privado con políticas de estacionamiento o con la fiscalidad, bonificando la movilidad sostenible. El documento también prevé el acompañamiento a empresas y equipamientos para que desarrollen planes de movilidad sostenible para su personal o usuarios y seguir desplegando campañas focalizadas en la movilidad activa y el uso del transporte público.
Tramitación y aprobación del PMU
El Gobierno municipal ha presentado el Plan de Movilidad Urbana 2025-2030 a la sesión plenaria del Pacto por la Movilidad celebrada este jueves 16 de enero en el Ayuntamiento. A partir de ahí, la voluntad del Gobierno es la de llevar el PMU a aprobación inicial a la Comisión de Ecología, Urbanismo, Movilidad y Vivienda durante el primer trimestre del año, de manera que se abra el periodo de exposición pública y la posterior tramitación pertinente para someter el Plan a aprobación definitiva a finales de año.
La propuesta de PMU presentada hoy ha sido elaborada a partir de varias sesiones temáticas con la participación de entidades de toda la ciudad. En estas sesiones las entidades han podido presentar sus propuestas que han sido recogidas y estudiadas. De todas las presentadas, se han integrado a la propuesta de PMU el 84%, la gran mayoría.