El Ayuntamiento de Barcelona prevé invertir 8 millones de euros entre 2025 y 2028 en el marco del Plan de Barrios de la Trinitat Nova y la Prosperitat, en el distrito de Nou Barris. La iniciativa incluye proyectos de carácter integral, con intervenciones “intensivas y extraordinarias” para “mitigar las causas y los efectos de las desigualdades sociales, urbanas y residenciales”. Se quiere mejorar el entorno de la Escuela Mercè Ribagorçana; reverdecer y mejorar interiores de isla de la Trinitat Nova o adecuar los huertos comunitarios de la Prosperidad. También se consolidan programas culturales y educativos, se mejora la conexión entre los dos barrios a través de las calles Chafarinas y Pablo Iglesias y, como novedad, se impulsan usos deportivos en el espacio público.
Según el Ayuntamiento, los barrios de la Trinitat Nova y la Prosperidad sehan visto de los que presentan un índice de vulnerabilidad urbana más elevado. El diagnóstico del consistorio estipula que, en el ámbito social, esta vulnerabilidad se manifiesta sobre todo en educación y vivienda.
Así, los datos del consistorio indican que el 24% de los adolescentes que viven en estos dos barrios no tienen la formación que les corresponde con 15 años, el doble que en el resto de la ciudad. El 22% no tiene ordenador, 5 puntos por encima que en el resto de Barcelona.
Además, el 17% de adolescentes de Trinitat Nova y Prosperitat se sienten solos y no tienen a nadie con quien hablar y un 14% tienen un sentimiento de exclusión (4 puntos más que en el resto de la capital catalana).
En cuanto a la vivienda, el Ayuntamiento considera la situación “especialmente grave” en la Trinitat Nova: un 17,5% de los inmuebles presentan una calidad constructiva “deficiente”, y un 39,7% tienen una superficie “escasa”.
En el ámbito socioeconómico, la Trinitat Nova destaca por una tasa de paro y un índice de pobreza que prácticamente duplican la media de la ciudad. Por su parte, la Prosperidad presenta deficiencias importantes en la proporción de espacios verdes y espacios públicos de calidad debido a la densidad constructiva y de población.
Ante este panorama, el eje prioritario de vivienda y rehabilitación prevé desplegar dos estrategias: la rehabilitación de fincas con la mejora energética y el acompañamiento social a través del Programa Fincas de Alta Complejidad (FAC), y el incentivo del trabajo socio-comunitario con las asociaciones vecinales para integrar a las personas recién llegadas.
En el caso del ámbito estratégico de salud, bienestar y comunidad, el deporte y el bienestar emocional centran la nueva edición del Plan de Barrios. Se promueven hábitos saludables, espacios de encuentro intergeneracionales y los “usos positivos” del espacio público.
Otro reto es la oferta “insuficiente” de ocio saludable para los adolescentes, con una mirada “intercultural” y buscando la colaboración con los equipamientos y servicios como el Casal de Jóvenes de la Prosperidad o el Servicio de dinamización juvenil de la Trinitat Nova.