Nou Barris ha hablado alto y claro. El pasado 5 de abril, las Asociaciones de Familias de Alumnos (AFA) del Distrito salieron a la calle, pero no para protestar desde la queja, sino para construir. Con energía cooperativa y voluntad de futuro, celebraron una jornada participativa con un objetivo tan ambicioso como imprescindible: rescatar la escuela pública y devolverle el papel central como espacio de igualdad de oportunidades.
Bajo el paraguas de la Coordinadora de AFA 9 Barrios, familias, y otras asociaciones del distrito, compartieron diagnosis y propuestas. El clamor común es claro: la segregación escolar es una herida abierta que hay que abordar desde la raíz.
“Nos encontramos con escuelas cargadas de complejidad y otras con ratios bajísimas. Esto no es casualidad, es una consecuencia de las políticas y de la falta de planificación”, señala Marta, madre de una alumna de primaria de una escuela del distrito.
Más pública, menos concertada: una apuesta clara
Durante la jornada se puso sobre la mesa varias líneas de acción. Una de las más repetidas fue revisar a fondo el peso de la red concertada en el distrito. Las asociaciones denuncian que la existencia de plazas vacías en escuelas privadas financiadas con dinero público contribuye a desequilibrar el sistema, empobreciendo la pública y dejando la inclusión al azar. “Se ha hablado de eliminar la sobreoferta de plazas de la educación privada-concertada o mantener los grupos de la pública para garantizar la reducción de ratios, entre otros”, explican desde la Coordinadora de AFA a través de las redes sociales.
También reclaman garantizar la continuidad de los grupos en la pública, reduciendo las ratios e invirtiendo de manera sostenida en recursos, orientación y apoyo educativo. Porque, tal y como insisten, “no basta con discursos. Hacen falta hechos”.
Pactos y realidades: el desencaje entre el anuncio y el día a día
A pesar de la puesta en marcha del Pacto contra la segregación escolar por parte de la Generalitat en 2024, las familias ven su impacto todavía muy limitado. En Nou Barris, el 16% del alumnado se ha beneficiado de este plan. Un dato que, aun positivo, refleja las lagunas de una acción que consideran que aún no llega por todas partes.
La educación como derecho, no como privilegio
El mensaje que surge de esta movilización es claro: la educación no puede ser una lotería ni depender del barrio donde vives. Desde la AFA reclaman que la escuela pública sea tratada como lo que es: una herramienta de justicia social y cohesión.
