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El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha completado este sábado la primera de las dos jornadas en Río de Janeiro, a donde se ha desplazado para participar en la cumbre del Urban 20, que reúne ciudades de los países presentes en el encuentro del G20. El objetivo de esta plataforma de diplomacia urbana es influir en las decisiones de los jefes de Estado y de gobierno del G20 -que se reúnen en la capital de Brasil a partir de este lunes-, en ámbitos como la economía, el clima o el urbanismo sostenible.
En este contexto, el alcalde ha aprovechado su agenda de trabajo, que incluía su participación en el Lanzamiento del Universal Local Social Convenant CGLU y varias reuniones con los alcaldes y alcaldesas asistentes así como otros alto cargos internacionales, para fijar en la agenda internacional lo que desde Barcelona se considera una de las principales prioridades de las políticas públicas como es el acceso a la vivienda.
Collboni, que se ha reunido con la directora ejecutiva de UN Habitat, Anacláudia Rossbach, ha situado a las ciudades en el km0 de las políticas estatales en materia social o climática, por lo que considera que los estados deben recoger las propuestas surgidas del ámbito local en materia de vivienda. En este sentido, ha concretado que “venimos a Río a plantear dos grandes necesidades, la capacidad reguladora de las ciudades y el acceso a los fondos que se articulan a través de los estados para poder incrementar la oferta de vivienda asequible“. Por ello, ha insistido, “intensificaremos las relaciones de las redes de ciudades para poder ejercer más influencia ante lo que es un problema común en todas las grandes urbes y ante la perspectiva que sitúa el 70% de la población en ámbitos urbanos en 2050“.
Por su parte, Anacláudia Rossbach, ha calificado de “crisis histórica de capacidad de pago” el momento actual. “Nunca la diferencia entre los ingresos y el coste de la vivienda había sido tan grande, y lo que era un problema crónico en el sur global se está extendiendo en estos momentos al norte global”. Para la directora ejecutiva de UN Habitat, “hay que conectar el marco regulador urbano con el marco regulador financiero para que las inversiones públicas y privadas puedan aterrizar en las ciudades de una manera que esté alineada con la nueva agenda urbana, de acuerdo con las necesidades sociales pero también generando oportunidades económicas”.
La vivienda, una excepción en el marco de las reglas fiscales en la UE
El alcalde de Barcelona ha avanzado también una de las propuestas que la nueva red de países europeos en favor de la vivienda que se está gestando bajo el impulso de Barcelona quiere plantear. “La vivienda se ha convertido en una infraestructura social en tanto que elemento cohesionador y puede convertirse en un problema democrático si la ciudadanía percibe que los ayuntamientos no tienen capacidad para frenar la lógica económica y turística que se está imponiendo en todas partes” ha remarcado. De esta constatación surge la propuesta de que “la vivienda se convierta en una excepción ante una futura limitación de la capacidad de endeudamiento de las ciudades y que, por tanto, el endeudamiento derivado de la construcción de vivienda asequible no compute en las reglas fiscales de la UE“.
Collboni sigue este domingo en Río de Janeiro, donde participará en la sesión plenaria del Urban 20 y antes en la entrega del Communiqué, el documento de propuestas que las ciudades elevan a la presidencia del G20 y que incorpora el acceso a la vivienda como prioridad global a instancias de Barcelona.
La iniciativa U20 está convocada de manera permanente por C40 Cities, red global que engloba más de 100 ciudades, unidas en la lucha contra el cambio climático y otros ámbitos de acción; y CGLU, organización global de ciudades y gobiernos locales y regionales.
