2.500 personas según el Ayuntamiento, 10.000 según los organizadores, salieron a la calle este martes para protestar contra el desalojo de la antigua Massana. A consecuencia, dos personas han sido detenidas, y nueve mozos heridos leves. A los detenidos se les acusa de lanzamientos de piedras y de quema de contenedores, y los Mossos indican que los agentes resultaron heridos por los lanzamientos de roces y otros objetos. Al final de la protesta la policía hizo cargas policiales y golpes de porra para dispersar a los participantes.
La acción comenzó a las ocho y media de la tarde en la rambla del Raval de Barcelona y los manifestantes intentaron sin éxito acceder a la zona de la Massana debido al fuerte dispositivo policial que lo acordonaba.
Pasado un cuarto de la noche la manifestación comenzó a caminar y en la calle del Carme, esquina con Maria Aurèlia Capmany, se encontró una línea policial que no la dejaba avanzar. Allí comenzó un estirón entre manifestantes y policías que supuso momentos de tensión con lanzamientos de botes de pintura en la línea policial y algunos golpes de porra para disuadir a los autores de estas actitudes.
Ante la imposibilidad de avanzar, los manifestantes decidieron dirigirse hacia la plaza Universidad, desde donde fueron a plaza Cataluña y de ahí a la rambla. En varias ocasiones se intentó girar a la derecha, como por ejemplo por la calle Talleres, pero el dispositivo policial se lo impidió.
Cuando la manifestación llegó a la altura de la calle Pintor Fortuny, una quincena de furgonetas de la Brigada Móvil de los Mossos bajó por el lateral derecho y por el paseo central de la rambla hasta donde estaban los manifestantes. Las obras en la rambla impedían a los vehículos seguir avanzando. Una vez allí bajaron antidisturbios y cargaron contra los manifestantes, que se dispersaron.
Tras ello se inició un juego del gato y la rata entre los policías y los manifestantes, en medio de un escenario con algún cartón y basura incendiados de algún contenedor.