La ciudad de Badalona se ha convertido en protagonista inesperada de una de las últimas entregas de ‘First Data’, el programa de Cuatro donde hombres y mujeres de todos los perfiles acuden a encontrar el amor, o como mínimo, a hacerlo ver.
En el programa emitido este miércoles, 13 de marzo, los posibles enamorados eran la Inés, una chica de 21 años de Badalona, y el Johnny, de 23 años y de Sitges.
La primera en entrar en el restaurante fue la Inés, que admitió ante las cámaras que tampoco le ha ido mal en el amor, pero que venía al programa a probar “alguien especial”.
Él, cuando entró, lo primero que le impactó sobre la chica es el hecho de que fuera vestida de negro: “No tengo nada en contra de ningún tipo de vestimenta, pero no me esperaba que fuera toda negra. Yo venía de blanco, ella de negro, éramos un poco el ying y el yang”, exponía el joven antes de empezar la cita.
Una vez que los dos jóvenes empezaron a conocerse, rápidamente saltó el primer obstáculo entre ambos: “Yo soy de Barcelona, de Badalona”, decía la Inés, dejando impactado al Johnny: “Buah, este barrio, un poco ‘chungo’ eh?”.
La chica intentó defender la ciudad asegurando que “la gente dice eso, pero es un barrio genial”, aunque detrás de las cámaras reconocía que su zona era “chunga”. Lo peor de todo es que ambos se referían a la ciudad, la tercera más poblada de toda Cataluña, como si fuera un barrio de Barcelona.
Continuando con este error, el Johnny explicó que aunque él es de Sitges a veces sale “por la zona alta” de Barcelona, mientras que ella prefería la “zona chunga”. Johnny insistió: “Es que los dos o tres veces que he ido, muy mal. El ambiente, el rollo, es como ‘What?'”.
El Johnny, contra Badalona y contra los Mossos
El chico continuó rechazando Badalona durante toda la cita, y ya detrás de las cámaras, aseguró que aunque la cita saliera bien y acabara siendo pareja de la Inés, “probablemente nunca pisaría este barrio., quedaría en otra zona, en el centro de Barcelona o en algún lugar que no fuera allí, porque ya no es lo que diga la gente, es que mi pensamiento me dice que no es una zona de confort”.
Cuando ella confesó que se estaba preparando para ser Mozo d’Esquadra, la cara del Johnny volvió a cambiar: “No puedo con la policía, no hacen nada bueno. No me llevo nada bien con las autoridades”. Ella, en cambio, “siempre ha tenido claro que quiere ser policial, y quien no lo respete es un punto muy bajo”.
“Tienes cara de azafata de Vueling. Como policía no te tomaría seriamente si no trajeras una pistola y me dispararas”, insistía el Johnny. “Para mí sólo hay una ley, que es la que me pongo yo, el resto de leyes las esquivo. Si me ponen una multa, la guardo en un cajón cinco años hasta que prescriba. La sociedad me la pela”, aseguraba el chico.
Una vez en el reservado, la cosa no mejoró. Sus comentarios sobre la ropa de ella —aunque al principio había dicho que no estaba en contra de ninguna vestimenta—, la hicieron saltar. Jonny dijo que “vienes vestida toda de cuero, muy porno, y ahora dices que no te gusta que te liguen en la cama”, le dijo, y la Inés terminó diciéndole “machirulo” por sus palabras.
Durante la decisión final, tantas desavenencias hicieron que ninguno de los dos quisiera tener una segunda cita. “Somos muy diferentes y no me respeta”, aseguraba la chica; mientras que el Johnny se ve “más rebelde” y ella “es más autoritaria”.