Un grupo de vecinos, acompañados por el Sindicato de Inquilinos, han denunciado amenazas, agresiones físicas y sabotajes para hacerlos fuera de un bloque de la calle Magalhaes de Barcelona. Según explican en un comunicado, hace unos días una empresa anti okupas les sacó la puerta de la finca, en el número 33 de la calle, dejando el edificio “abierto a la calle y accesible para cualquiera”. Desde entonces los vecinos hacen guardias de 24 horas “para evitar nuevos sabotajes en las instalaciones y preservar la seguridad física de las habitantes”.
Aseguran que detrás hay un fondo de inversión ruso y añaden que sufren acoso desde hace tres meses. Los afectados han interpuesto seis denuncias en Mossos y dos querellas.
Entre otros, explican que les han saboteado el agua y la luz con el objetivo de que los vecinos se marchen del bloque. Estos explican que han reparado los desperfectos con dinero propio.
El 19 de febrero los vecinos interpusieron una denuncia administrativa por acoso inmobiliario en la Unidad de Acoso de vivienda del Ayuntamiento de Barcelona. Esta denuncia se amplió el 20 de marzo con los nuevos hechos, incluida la sustracción de la puerta de la finca. Según explican en un comunicado, no tienen constancia de que desde el consistorio se haya realizado ninguna acción para averiguar los hechos denunciados.
Este lunes, las vecinas y representantes del Sindicatovenden una carta a una abogada que consta como apoderada solidaria del fondo pidiéndole que se detengan las relaciones con la empresa anti okupa y que se devuelva la puerta a la finca de manera inmediata.