La primera teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, Laia Bonet, ha asegurado este sábado que la fórmula que ha permitido la compra de la Casa Orsola “se puede ensayar y se puede volver a aplicar en el futuro“.
En una entrevista en RAC1, Bonet ha valorado el “buen aprendizaje” de este caso, aunque remarcó que se trata de una medida “excepcional”, porque “desde un punto de vista económico es imposible resolver todas las hipotéticas y ventas que pueda haber en la ciudad actuando previamente y comprándolas”. Por ello, Bonet ha apostado por aplicar “medidas estructurales” para abordar la crisis de la vivienda, como “abordar el fraude del alquiler de temporada”.
Este viernes, el Ayuntamiento de Barcelona y la entidad del tercer sector Hábitat 3 anunciaron un acuerdo para comprar la Casa Orsola por 9,2 millones de euros. Las dos partes han cerrado un acuerdo de compra social colaborativa y aportarán cerca de la mitad del coste de la operación cada una. Tal y como remarcó el alcalde Jaume Collboni, el acuerdo se ha firmado en el marco de la mediación con la propiedad planteada por el Síndic de Greuges de Barcelona.
La primera teniente de alcaldía ha defendido que esta ha sido “una buena actuación” y que es “una fórmula de trabajo conjunto que se puede ensayar y se puede volver a aplicar en el futuro”. “Estamos convencidos de que en el tercer sector hay otras entidades que también estarían dispuestas a actuar de esta manera”, ha dicho. Bonet cree que ha sido un “buen aprendizaje”, así como la mediación ofrecida por el Síndic de Greuges de Barcelona, que “ha permitido encontrar una solución a una situación que estaba enquistada”.
Bonet ha añadido que el consistorio “hace tiempo que compra” vivienda, sobre todo en áreas muy tensionadas y sin solares disponibles para obra nueva, y que hay otros barrios de la ciudad que habrá que estudiar. Ahora bien, ha advertido de que “ninguna administración tiene recursos ilimitados para poder comprar todo lo que uno pensaría que más vale que sea público” y por eso ha situado una medida como la de la compra de la Casa Orsola en “la excepcionalidad”.
Por este motivo, la primera teniente de alcaldía ha apostado por aplicar “medidas estructurales”, con “regulación” como el tope de los precios del alquiler o la lucha contra el “fraude” del alquiler de temporada, que es “la principal fuga del alquiler residencial”.
También ha apostado por “revisar” la medida del 30% de vivienda protegida en las promociones de obra nueva para “hacerla efectiva”, ya que cree que no está dando buenos resultados. El objetivo, ha dicho, es que “este 30% no sea solo una previsión en una norma, sino que sea una realidad en la calle”. Bonet ha remarcado que los objetivos de aquella medida “siguen siendo tanto o más necesarios ahora”, pero que hay que repensarla porque no ha funcionado por causas como la “caída en picado” de la construcción.
Respuesta al PP
Después de que el grupo municipal del PP anunciara este viernes que llevará la compra de la Casa Orsola a la Fiscalía, Bonet ha replicado que hay un “claro contraste de modelos”. En este sentido, ha defendido que el Ayuntamiento de Barcelona “interviene en el mercado a través de herramientas de regulación”, mientras que Madrid lo deja “todo a la libertad”. “Estamos firmemente convencidos de que no hay otra manera de abordar la emergencia habitacional que no sea con regulación, con herramientas”, ha remachado.