Protección Civil de la Generalitat realizará este miércoles por la mañana un nuevo simulacro de alerta por riesgo químico en el área metropolitana de Barcelona que afectará a más de medio millón de personas. A las 10 de la mañana se enviarán los primeros avisos a los teléfonos móviles y luego sonarán 50 sirenas en zonas cercanas a industrias químicas de 22 municipios. El simulacro afectará a la Zona Franca y al Puerto de Barcelona, un 25% de L’Hospitalet de Llobregat, y buena parte del Baix Llobregat, el Vallès Occidental y el Vallès Oriental. Como siempre, la recomendación es confinarse al lugar más cercano posible.
En concreto, se activarán cinco sirenas en el Puerto y la Zona Franca de Barcelona y tres en siete barrios de L’Hospitalet que abarcan una población de 72.554 personas censadas como el Centro, Bellvitge, Gornal o Can Serra. En el Baix Llobregat se activarán 26 sirenas que afectarán a la mitad de la población de Viladecans y a toda la población de Cornellà, El Prat, Sant Boi, Sant Feliu de Llobregat, Sant Joan Despí, Santa Coloma de Cervelló, Sant Andreu de la Barca, Martorell, Abrera, Olesa de Montserrat y Esparreguera.
En el Vallès Occidental se activarán nueve sirenas: tres en Castellbisbal, dos en Polinyà, una en Santa Perpètua de Mogoda y tres más en Terrassa, estas últimas fuera del núcleo urbano y sólo en polígonos industriales. En el Vallès Oriental se activarán siete sirenas: tres en Granollers, dos en Montornès del Vallès, una en Parets del Vallès y otra en Lliçà de Vall. Un total de 36 escuelas se verán afectadas y participarán en el simulacro.
Aparte de todos estos municipios, el sonido se podrá sentir también en Barberà del Vallès, Rubí, Sant Cugat del Vallès, El Papiol, Castellbell i el Vilar, Vilanova del Vallès, Canovelles, La Roca del Vallès, Les Franqueses del Vallès, Montmeló y Esplugues de Llobregat.
La población censada en estos municipios es de 496.247 habitantes: 347.000 en El Baix Llobregat, 72.564 en El Barcelonès, en concreto en L’Hospitalet, 67.000 en el Vallès Oriental y 8.835 en el Vallès Occidental. Además, hay que sumar más de 50.000 personas que trabajan en los polígonos industriales afectados: 15.000 en Passanante, 12.000 en la ZAL Port y polígono Pratenc, 10.000 en la Zona Franca, y 10.000 en la Seat de Martorell. Además, afectará también al tráfico de la zona, que incluye grandes autovías como las Rondas de Barcelona, la B-23, la A-2, la AP-7, la C-16, la C-58 y la C-33 entre otras, pero Protección Civil no ha calculado de cuántos vehículos se podría tratar.
En los municipios donde se hará la prueba hay 73 establecimientos de riesgo químico afectados por el Plaseqcat: 18 en El Barcelonès (14 de nivel alto, 3 de nivel bajo y uno sin clasificación), 12 en el Baix Llobregat (8 de nivel alto y 4 de nivel bajo), 15 en el Vallès Occidental (7 de nivel alto y 8 de nivel bajo), y 28 en el Vallès Oriental (16 de nivel alto, 10 de nivel bajo, uno sin clasificación y uno con presencia de explosivos).
Tanto las sirenas como las alertas en los móviles afectarán sólo a las zonas afectadas o próximas a riesgo químico. En concreto, a las 10 de la mañana se enviará un mensaje Es-alert a través de las antenas más próximas a la zona, mensaje que llegará a los móviles que tengan cobertura de sus compañías en aquellas antenas y durante un periodo determinado. El mensaje alertará del inicio de la prueba. Casi inmediatamente empezarán a sonar las sirenas, con el sonido de confinamiento, un sonido ondulante como de ambulancia. Se trata de tres señales de un minuto de duración separadas por silencios de cinco segundos. El sonido de las sirenas está pensado para que se sienta sobre todo en el exterior.
Protección Civil recomienda seguir las pautas de confinamiento, como quedarse en casa o en el inmueble más cercano, cerrar las puertas y ventanas, desconectar los sistemas de ventilación y esperar. En el caso de encontrarse en un vehículo, también se recomienda buscar refugio cerrado.
Al cabo de unos diez minutos se activarán las sirenas para indicar el fin de confinamiento, un sonido plano más agudo. Y a continuación se volverá a enviar un mensaje a los móviles indicando el fin de la prueba y un enlace para rellenar una encuesta anónima de valoración. En total se prevé que la prueba dure unos 15 minutos.
La zona afectada por las sirenas y las antenas de telefonía no coincide plenamente, ya que esta última es superior. No obstante, en caso real, la población cercana sabrá que hay riesgo químico en el borde, por si pueden evitar entrar en la zona de peligro.
La delegada de la Generalitat Barcelona, Pilar Díaz, ha dicho que estas pruebas sirven para probar si el sistema funciona y para que la población aprenda a confinarse. La directora general de Protección Civil, Marta Cassany, ha dicho que se ha hecho difusión de la prueba para que la población no se espante cuando reciba el mensaje o sienta las sirenas.