Un avión de la compañía Lufthansa que volaba de Frankfurt a Sevilla vivió un incidente que podría haber acabado en tragedia. Durante casi diez minutos, el vuelo quedó sin ningún piloto ni copiloto en la cabina, aunque los 199 pasajeros a bordo no se dieron cuenta de la situación hasta que se hizo público el relato de los hechos.
Según el informe oficial publicado este jueves por las autoridades españolas, el problema surgió cuando el comandante, que estaba volando el trayecto en un Airbus A321, decidió hacer una pequeña pausa para ir al lavabo. En ese momento, el copiloto se desmayó debido a un trastorno neurológico grave, dejando la cabina sin supervisión. Este trastorno, difícil de diagnosticar previamente, provocó una pérdida de conciencia inmediata y sin advertencia.
El vuelo continúa en pilotaje automático, pero la situación se vuelve crítica
Aunque el avión continuó su recorrido gracias al sistema de pilotaje automático, la gravedad de la situación no se hizo evidente hasta que el comandante intentó volver a la cabina y no pudo acceder a ella. Después de introducir el código de seguridad varias veces, comenzó a sospechar que algo no iba bien. La tripulación intentó contactar con el copiloto a través del sistema de intercomunicador, pero tampoco obtuvo respuesta.
En ese momento, el comandante activó el código de emergencia para acceder a la cabina. Afortunadamente, el copiloto recuperó la conciencia y pudo abrir la puerta. Un médico que viajaba entre los pasajeros intervino para estabilizarlo, mientras el avión se desviaba hacia Madrid para garantizar que el copiloto recibiera atención médica inmediata.
Aunque el incidente se resolvió sin más complicaciones, la gravedad de la situación llevó a los investigadores a recomendar a la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) que se revisaran los protocolos en caso de dejar a un solo miembro de la tripulación en la cabina, incluso en las breves pausas para ir al lavabo.