Los partidos salen a la caza del voto joven en la recta final de la campaña para las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio. Las becas Erasmus, las prácticas laborales, la salud mental, el acceso a la vivienda, el emprendimiento o el voto a los 16 años son algunas de las cuestiones que los partidos llevan a sus programas electorales para atraerlos. La Eurocámara ve clave captar a los 25 millones de jóvenes que este año podrán votar por primera vez para asegurar el “compromiso” de las generaciones futuras con la Unión Europea. “Si empiezas votando, votarás el resto de tu vida”, apunta el portavoz de la Eurocámara, Jaume Duch, en una entrevista a la ACN en la que explica su estrategia para fomentar el voto de los jóvenes reclutando ‘influencers’.
Uno de ellos es el creador de contenidos Rodrigo Taramona, que hace unos meses fue invitado a Estrasburgo y Bruselas para conocer de cerca cómo funcionan las instituciones de la UE y las principales políticas que están en juego el 9-J. “(A la gente joven) les da mucha más confianza una persona con quien ya tienen una relación aunque sea de forma digital”, concluye Taramona, que ve importante, por ejemplo, “cambiar la narrativa” sobre lo que hace Bruselas. “Se habla de la regulación que hace Europa como algo malo, cuando es importantísimo regular, por ejemplo, en temas de protección de datos”.
El Parlamento Europeo confía en que ‘influencers’ como Taramona hagan difusión de estas elecciones europeas en las redes sociales. Según Duch, la estrategia de este año ha sido “delegar” este trabajo de difusión en “aquellas personas en las que la gente joven confía”. “Quizás no siguen demasiado la política europea, pero pueden conectar las cosas que se deciden en el Parlamento Europeo con las inquietudes de la gente que les sigue”, opina el director general de comunicación de la Eurocámara.
La última encuesta a chicos y chicas de entre 16 y 30 años del Eurobarómetro (2021) revelaba que los jóvenes se informan sobre política y asuntos sociales tanto a través de las redes sociales (41%) como de las webs de los medios de comunicación (41%). También a través de la televisión (34%). En el estado español, la cifra de jóvenes que se informan a través de las redes aumenta al 46%.
En el conjunto de la UE, Facebook (54%), Instagram (48%) y YouTube (35%) son las plataformas más utilizadas entre los jóvenes encuestados para informarse. Sin embargo, estos datos varían mucho porque su popularidad varía en función del país. Así, Twitter (65%) era la red por excelencia de los jóvenes en España para informarse sobre política en 2021. En aquel momento, solo el 10% de los encuestados mencionaban Tik Tok, pero esta plataforma ha crecido exponencialmente en los últimos tres años y la estrategia del Parlamento Europeo también implica captar influencers que se mueven en esta red.
Pero en la UE también hay iniciativas al margen de las instituciones para animar a los jóvenes a votar. Como la app catalana ‘Palumba’ ideada por Pol Villaverde. Con solo 22 años y colaborando con otros jóvenes europeos, Villaverde ha desarrollado una aplicación móvil para hacer ‘match’ con los partidos que se presentan a las elecciones del 9 de junio. La lanzaron ya hace algunas semanas, pero a pocos días de las elecciones esperan hacerse “virales”.
“Los jóvenes somos votantes de último minuto”, asegura el fundador de ‘Palumba’. La aplicación busca superar las estrategias “simplificadoras y paternalistas” para captar el voto joven y ha intentado encontrar “un equilibrio entre el mensaje y el formato”. “Hay un problema de infantilización de la gente joven. Nos interesa todo. No sólo la salud mental, el cambio climático y la emancipación, también lo que pasa en Gaza”, dice.
Sea como fuere, los partidos han incluido propuestas dirigidas a los jóvenes sobre cuestiones que consideran que son de su interés. Las becas para hacer Erasmus, las prácticas laborales precarias, la salud mental, el acceso a la vivienda o el emprendimiento son algunas de ellas.
En Juntos exigen más ayudas a emprendedores jóvenes, mantener la Garantía Juvenil y ampliar el Erasmus+, y la remuneración de todas las prácticas laborales. También denunciarán “la lentitud del estado español para simplificar el proceso de homologación de las titulaciones de otros estados miembros de la UE” porque “impide que muchos jóvenes puedan trabajar en otros países o que profesionales de otros países encuentren trabajo en el estado español”.
Los socialistas quieren más financiación europea para vivienda social, reforzar la Garantía Juvenil, introducir normas de calidad para las ofertas de trabajo y prácticas con “una remuneración justa y el acceso a protección social”, así como aumentar las becas mensuales del Erasmus+. Igualmente, defienden incluir “de forma sistemática la perspectiva joven” en la elaboración de políticas, una propuesta que también está en el programa electoral de ERC.
Los republicanos reclaman prohibir las prácticas laborales no remuneradas, “poner la salud mental al foco de las políticas en materia de Juventud, “blindar” programas como el Erasmus y “dar respuestas al mundo rural joven”.
Comunes-Sumar propone aumentar el presupuesto de Erasmus+ y un sistema de becas “salario” que garantice el carácter equitativo del programa. También pedirán actualizar la legislación para regular las prácticas laborales, y permitir el acceso de los becarios a la protección social “siguiendo” lo que ha hecho el gobierno español. Incluso, plantean crear un “Comisario de generaciones futuras”. Además, defienden un proyecto piloto “de herencia universal” en la UE con una ayuda de 20.000 euros ajustable a los 23 años para “combatir la desigualdad”.
En su manifiesto por el 9-J, el Partido Popular lamenta el “descenso de la natalidad y la pérdida de jóvenes” que, según ellos, perjudica el “dinamismo económico y los sistemas del bienestar”. Así, se comprometen a “favorecer a los jóvenes europeos” y su “derecho a construir una vida próspera” con la idea de “devolver el optimismo a la clase media”. También a mejorar las políticas educativas, facilitar el acceso a la vivienda y combatir la discriminación”.
En cuanto a los jóvenes, Ciudadanos se centra en sus oportunidades laborales de calidad y el acceso a la vivienda. También quieren reforzar el programa Erasmus, promover la FP dual en sectores estratégicos e incluir la inteligencia artificial en los currículos educativos.
El resumen del programa electoral que Vox a hecho público se limita a culpar al Pacto Verde y a la Agenda 2030 (los objetivos de la ONU para un desarrollo sostenible) de los “despidos masivos de los trabajadores” y de “robar el futuro a los jóvenes”.
Tanto Sumar como ERC llevan al programa electoral que los jóvenes de 16 años puedan votar en las elecciones europeas. Una opción que depende de las leyes electorales de cada estado miembro y que algunos países ya están permitiendo.
En estas elecciones cuatro estados de la UE (Bélgica, Alemania, Malta y Austria) permitirán votar a partir de los 16 años, mientras que en Grecia podrán hacerlo los que tengan 17. En cambio, la Judit Lázaro, una estudiante de la Escuela El Cim de Terrassa de 4º de ESO, no podrá votar todavía en estas elecciones, aunque no le falta interés. Este año ha participado en un proyecto “Escuelas Embajadoras del Parlamento Europeo” destinado a alumnos de centros de educación secundaria, de formación profesional y de educación especial y que ofrece “conocimiento” sobre las instituciones de la UE.
“Es muy interesante, hemos aprendido más sobre la UE y ha sido muy enriquecedor”, asegura, remarcando la importancia de votar en las elecciones europeas para expresar la opinión sobre las decisiones que se toman en Bruselas.
Un informe de los analistas de la Eurocámara indica que entre las medidas para aumentar la participación de los jóvenes está, efectivamente, bajar la edad mínima para votar y concurrir a las elecciones, introducir cuotas por gente joven en las listas, pero también promover la educación cívica y de las instituciones europeas en las escuelas.
La juventud presenta dudas sobre la convocatoria electoral del próximo 9 de junio, si bien los mensajes que más les llegan son los referentes al debate sobre cómo se debe abordar los procesos migratorios y todo lo relacionado al medio ambiente. “Creo que hay que tomar medidas sobre la inmigración, porque cuando tú vas a una casa ajena te tienes que adaptar a las reglas de allí”, considera Zaira Jiménez.
Sobre inmigración también se pronuncia Constanza Ternicier, que admite que ha detectado una tendencia a ser más reaccionario con la inmigración, lo que ha provocado una derecha de la política. “Tiene que ver con el miedo que se inocula al respecto, por eso hacen falta políticas responsables y sensatas”, dice.
Gerard Figuerola cree que es necesaria una actualización de las políticas migratorias, pero también las vinculadas a la agenda 2030, al considerar que “se han quedado un poco obsoletas”.
Al margen de las temáticas, hay jóvenes euroescépticos que consideran que las políticas de la Unión Europea no los representan. “No soy defensora de sus políticas, pero la democracia es un deber, votar siempre es importante”, reconoce Agnès Pallissa. Jesús Martín comparte este punto de vista sobre las decisiones que se toman en Bruselas, y opta por votar nulo.
A pesar de no conocer al detalle el contenido programático de los partidos, también hay quien cree que hay que ir a votar, pero duda de si esto tendrá efecto: “Hay veces que creo que no vale la pena votar porque ya ves hacia dónde va la cosa y que votar no servirá casi de nada”, dice Irene Vigordà. Otros, como la Berta Ferrer, consideran que no hay ningún partido que la represente: “La amenaza de la extrema derecha no pasa por delante de para votar partidos que creo que no harán el trabajo”.
Marc Ventura, por su parte, tiene dudas: “Tenía pensado votar a un partido, pero unas declaraciones recientes me han hecho cambiar de opinión y no he decidido qué elegiré”, dice Marc Ventura, que considera que las elecciones europeas son importantes: “Tienen mucho peso por las decisiones que se toman”.
Otros, como Rubén Ortega, admiten tener interés por las elecciones. Sin embargo, Rubén dice que le falta información: “Los jóvenes no nos enteramos, pero estaría bien tener más datos para votar por el bien común”, dice. Esta misma situación es la que hará que Pablo García no vote: “No votaré a alguien que no sé qué hará”, señala, destacando que las políticas europeas son de gran importancia. En esta misma línea, el Éric García considera que hay que ponerse en profundidad antes de votar: “Hasta ahora no había votado y ahora con las europeas miraré más a fondo los programas”, señala. Además, Marc Casares anima a los jóvenes a votar con criterio: “Hay quienes votan para votar o según lo que votan sus padres”.
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