España ha solicitado formalmente a Polonia que continúe promoviendo la reforma del régimen lingüístico de la Unión Europea para incluir el catalán, el vasco y el gallego como lenguas oficiales.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha escrito una carta a su homólogo polaco para recordarle que esta es una prioridad para el gobierno español, que está dispuesto a cubrir los costes derivados de la medida. Polonia, que asumirá la presidencia de turno del Consejo de la UE a partir del 1 de enero de 2024, tiene un papel clave en la promoción de esta propuesta. La cuestión de la oficialidad de estas lenguas necesita la aprobación unánime de los 27 estados miembros, pero hay dudas, especialmente en cuanto a los costes asociados, que algunos estados, como Suecia, consideran demasiado altos.
Esta medida se empezó a plantear durante la presidencia española del Consejo de la UE en 2023, pero hasta ahora no se ha vuelto a abordar en profundidad. Los costes preliminares estimados, basados en la experiencia del gaélico, sitúan el gasto de alrededor de 132 millones de euros por las tres lenguas. España, por su parte, se comprometió a costear estos gastos para evitar un efecto llamada en otras lenguas y presentó un memorándum para aclarar sus implicaciones.
Simultáneamente, el gobierno español también está promoviendo el uso del catalán, el vasco y el gallego en el Parlamento Europeo. Esta propuesta es considerada más factible, ya que sólo requiere una mayoría en la Mesa de la Eurocámara. En este marco, se celebró una reunión constructiva con miembros de diferentes grupos políticos europeos para analizar los aspectos jurídicos y logísticos de la medida. Se prevé que esta cuestión sea debatida de nuevo a principios de febrero de 2024.