Un trabajador de la compañía irlandesa de bajo coste Ryanair, que trabajaba en el aeropuerto de Son Sant Joan (Mallorca), ha sido despedido al ser sorprendido en horario laboral bajo los efectos de las drogas, según ha informado Diario de Mallorca.
La política interna de la compañía prohíbe expresamente el consumo de alcohol o drogas. El trabajador despachado era empleado de rampa y se movía por la zona de seguridad de Son Sant Joan, guiando los aviones hacia las zonas amojitas donde se realiza el desembarco de los pasajeros.
Para poder actuar en estas zonas de seguridad hacen falta unas autorizaciones específicas, que son aprobadas por Aena. La decisión disciplinaria acordada por la compañía ha sido avalada por una sentencia dictada por el Tribunal Superior de Baleares.
El trabajador fue sometido a una prueba aleatoria de estupefacientes practicada Guardia Civil. Aunque aparentemente no mostraba ningún signo externo de que hubiera consumido drogas, el test indicó todo lo contrario.
El resultado de la muestra de saliva fue positivo en cuanto a consumo de cannabis. Este tipo de controles se realizan de manera constante en las instalaciones del aeropuerto, sobre todo entre los empleados que trabajan en las zonas de seguridad, ya que es en estas áreas donde el peligro de accidente es más elevado.
La Guardia Civil comunicó el resultado a la compañía y a Aena. Automáticamente se le retiraron todas las autorizaciones por las zonas de seguridad del aeropuerto y la Ryanair le tuvo que buscar otro destino, mientras tramitaba un expediente disciplinario.
Según el tribunal, las normas internas son muy claras y se aplica unoa política de tolerancia cero con el consumo de sustancias estimulantes, como es el caso del cannabis.
Por tanto, el consum previo de drogas, antes de iniciar el horario laboral en una zona de seguridad del aeropuerto de Palma, lo hace merecedor del despido. Esto supone que no tiene derecho a indemnización.
