Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez, declara este viernes ante el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid en calidad de investigada en un presunto caso de corrupción en el sector privado y tráfico de influencias.
Su aparición ante el tribunal llega después de que en abril se le abrieran diligencias por sus supuestas relaciones con varias empresas privadas, como Globalia o Air Europa, que recibieron fondos y contratos públicos del gobierno español durante la pandemia. La investigación se inició a raíz de una denuncia presentada por el sindicato Manos Limpias, a lo que se unió posteriormente la entidad ultra Hazte Oír.
Está previsto que la mujer del presidente llegue hacia las nueve de la mañana a los juzgados de la plaza Castilla en coche desde La Moncloa y entre en las dependencias judiciales por el parking. A estas alturas, no está confirmado si el presidente del gobierno español le acompañará en este momento de enorme atención mediática. De hecho, Gómez será la primera mujer de un jefe del ejecutivo que declare ante la justicia como investigada.
En los últimos días, el PP ha elevado el tono sobre el tema y ha asegurado que la declaración de Gómez es “un hecho inédito en la historia de la democracia española”. Los socialistas, por su parte, han replicado a los populares criticando su estilo de hacer política sin “líneas rojas” ni siquiera con la familia del presidente. Aunque se ha especulado sobre una posible citación en el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta, los de Alberto Núñez Feijóo no han llegado a concretar esta posibilidad.
Carta y cinco días de reflexión
La apertura de diligencias contra la mujer de Sánchez causó una sacudida en La Moncloa cuando se hizo pública el pasado 24 de abril a raíz de una publicación en ‘El Confidencial’. De hecho, ese mismo día el presidente del gobierno publicó por sorpresa una carta donde se preguntaba abiertamente si le valía la pena seguir en el cargo y donde también confesaba que no le hacía vergüenza admitir que estaba “profundamente enamorado” de su pareja.
Finalmente, y tras cinco días pensándoselo, Sánchez oficializó su voluntad de seguir al frente del ejecutivo y anunció una ofensiva para regenerar la vida pública española en un momento marcado por el “fang” lanzado desde medios y partidos. En todo el periodo de reflexión, y posteriormente, el PSOE ha cerrado filas en torno al presidente y su mujer, que incluso apareció por sorpresa en un mitin en Málaga donde la cúpula del partido le expresó su apoyo.
También la fecha escogida para comunicar a Gómez su citación ante el tribunal generó una cierta polémica. Desde el PSOE criticaron que se comunicara la decisión en plena campaña de las elecciones europeas del 9-J. En aquel momento, La Moncloa no escondió su “extrañeza” ante el calendario escogido por el tribunal y el presidente incluso alertó de una “coreografía” de la “coalición ultraderechista” para intentar condicionar las elecciones europeas.
El PP avisa de una “jornada indecente”
Fuentes del PP, en cambio, se han centrado últimamente en lamentar la mala imagen que supone para España la declaración de la primera dama. De hecho, en las últimas horas han acusado al presidente de arrastrar a España a “una jornada indecente” este viernes. ¿Sánchez acompañará a su mujer al entrar en el juzgado por el garaje en un coche oficial con los cristales tintados para sortear así el paseo de la vergüenza? Este intento desesperado por proteger su imagen, que se une a la petición de que no se grabe su declaración, no tapa que el presidente del gobierno sea el responsable político de estos graves hechos”, apuntaban este jueves desde Génova.
