El despido de Mercadona a un trabajador, que hacía 16 años que trabajaba en la empresa, para comerse una croqueta fue improcedente. Así lo ha determinado la Justicia, que obliga a la empresa valenciana a readmitir al trabajador.
Los hechos ocurrieron el 8 de julio de 2023 en un establecimiento de Mercadona en Albacete, una vez que la tienda había cerrado al público y sus trabajadores estaban recogiendo. Tal y como recoge ‘el País’, uno de los trabajadores, encargado de limpiar la zona “listos para comer”, donde la empresa vende comida preparada que al final del día debe tirarse porque está preparado para su consumo inmediato. Como se tenía que tirar, el trabajador cogió una croqueta y se la comió.
El lunes, el propio trabajador confesó los hechos, de forma voluntaria, a su coordinadora, y ella le recordó que la política de empresa prohíbe consumir alimentos de la tienda sin pagarlos, incluso si tienen que acabar en la basura. Horas después, Mercadona comunicó al trabajador un despido disciplinario por una falta “muy grave”.
El trabajador, que hacía 16 años que trabajaba en la empresa, tenía categoría de gerente A en el tramo 5, con un sueldo de unos 2.058 € mensuales. Mercadona le dio una liquidación de 944,38 €.
El afectado denunció a la empresa por despido improcedente y la Justicia le ha dado la razón. Primero, el juzgado de primera instancia, y después el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. Ambos tribunales consideran que la conducta del trabajador, que sí podría ser merecedora de una multa, no puede ser considerada falta “muy grave”. Según el texto, “en ningún caso” se puede considerar que la ingesta de una croqueta que debía tirarse igualmente a la basura puede conllevar “la sanción más grave del mundo laboral, como es el despido del trabajador”.
Ahora, Mercadona debe readmitir al trabajador o indemnizarle con cerca de 40.000 euros, siempre que no quieran recurrir contra la decisión al Tribunal Supremo. Según ‘El País’, la empresa habría decidido pagar la indemnización.
“Fraude, deslealtad y abuso de confianza”
Mercadona despidió al trabajador, según explican, porque él era consciente de que no podía comer productos del establecimiento sin pagarlos. El establecimiento le acusaba de comerse una caja de croquetas de 4,20 € que iba directa a la basura, aunque tanto el trabajador como dos testigos aseguran que solo comió una unidad. Mercadona considera que se trata de una actuación de “fraude, deslealtad y abuso de confianza” y un “robo, un hurto y una malversación” y lo consideraron una falta muy grave, suficiente para un despido disciplinario.
El trabajador, en cambio, ha defendido que él actuó de buena fe, como así demuestran los 16 años que ha trabajado en el supermercado sin incidentes y con “una alta valoración” por parte de la empresa.