Hablamos con Luc André Diouf, diputado del PSOE en el Congreso de los Diputados, sobre los prejuicios asociados a la inmigración, abordando los discursos de la extrema derecha que vinculan la presencia de inmigrantes con delincuencia y pérdida de identidad.
¿Qué le diría a todas aquellas personas que nos están leyendo que vinculan inmigración con delincuencia, robos, pérdida de identidad propia…?
Yo lo llevaré a la realidad del Partido Socialista. A veces el conjunto de la ciudadanía nos dejamos llevar por los discursos de la extrema derecha. La verdad objetiva es que los mismos datos policiales indican que las acusaciones de la extrema derecha son falsas. Los y las socialistas no podemos bajar la cabeza cuando hablamos de inmigración porque somos nosotros quienes sacamos adelante la primera ley de extranjería, del Gobierno de Felipe González, la mejora legislativa en materia inmigratoria, que elaboró el ejecutivo del presidente Zapatero, y ahora con el presidente Pedro Sánchez estamos mejorando la vida de los españoles y también de los españoles de origen inmigrante. Las mentiras, las infamias, el racismo se pueden rebatir con argumentos y con la realidad. Es importante hacer pedagogía y explicar la verdad.
Pues hacemos pedagogía, ¿cuál es el aporte de la inmigración, por ejemplo, en el sostenimiento del sistema público de pensiones?
Pues mire tenemos tres millones de inmigrantes que están cotizando a la Seguridad Social española. Pero no pensemos sólo en términos económicos, pensemos en la aportación de la inmigración en el ámbito cultural, en el ámbito social. ¿Quién puede pagar a un trabajador del hogar que está atendiendo a una persona mayor que sufre Alzheimer o que no se puede valer por sí misma? Eso no hay dinero que lo pague. Esto permite que la familia pueda, por ejemplo, tener una vida más autónoma o salir sabiendo que hay una persona que está velando por su familiar. No tenemos en cuenta la vertiente cultural de la persona inmigrante que está trabajando como veladora de niños y que le canta una canción cuna a un niño en otro idioma, que le da una comida diferente a la que está acostumbrado… eso tampoco tiene precio.
No midemos siquiera la aportación de la inmigración en términos económicos, cuando yo hablo de inmigración hable de proyectos personales, el que coge una embarcación viene con un proyecto personal, pero también detrás de este proyecto personal hay un proyecto familiar. Los inmigrantes no hemos venido a delinquir, no venimos a robar, en el 2008 la población inmigrante aportó la mitad del desarrollo económico de España, sin eso otra situación habríamos sufrido. Y en el desarrollo actual del país mucho tiene que ver la población de origen inmigrante. Imagínense que los tres millones de inmigrantes se detuvieran un día… ¿qué sería de Barcelona, qué sería de Madrid? ¿Quién nos entrega la comida en casa? ¿Quién tendría cuidado de nuestros mayores? ¿Quién trabaja en la hostelería en verano? ¿En Port Aventura?, etc.
¿Qué le diría a la gente que ve a estas personas que llegan en una embarcación como un peligro a su identidad, a su lengua, a la seguridad…?
Les diría que recuerden lo que es la propia historia de España, de la aportación de los españoles que en los años, 40, 50 y 60 fueron a trabajar a países europeos… estamos en Cataluña, pues bien, ¿cuál es la aportación de los catalanes de origen andaluz o extremeño al progreso económico de Cataluña?
Yo viví en Canarias, muchos canarios fueron a ganarse la vida a América, Venezuela se consideraba la octava isla de Canarias, y ¿por qué todo esto? Porque había carencias en este país, porque hubo una guerra civil y luego una brutal dictadura que hizo que millones de españoles salieran fuera del país a ganarse la vida. Eso que provocó que salieran los españoles es lo que provoca ahora que lleguen los latinos y los africanos; el entendimiento debe existir porque, insisto, hablamos de proyectos humanos, personales y familiares. El que no tiene nada que comer no piensa en delinquir, lo que tiene a su familia esperando a fin de mes lo que pueda enviar va a trabajar, a sudar, para dar dinero a sus hijos e hijas.
Una tercera parte de los votantes de la extrema derecha son jóvenes menores de 30 años, en buena medida según dicen las encuestas, por el rechazo a la inmigración, ¿qué les diría a estos jóvenes que se dejan seducir por los discursos racistas?
Estamos en un mundo actual donde una parte de las redes sociales nos tienen atontados a todos, solo hay que ver a todo el mundo pendiente del teléfono móvil en el transporte público sin hablar entre ellos… cuando uno no le explica a su hijo en la historia de su país porque corremos el riesgo de volver a vivir episodios lamentables. Pensamos que ahora, este año, celebramos el 50 aniversario de la muerte del dictador, es importante recordarlo, los jóvenes no pueden olvidar nunca lo que supuso la negra noche del franquismo. Yo vivo en Canarias, he estado en conmemoraciones de personas que tan solo para defender sus ideales democráticos fueron asesinadas y lanzadas en pozos, y la recuperación de sus restos propició estas conmemoraciones, eso nunca debe volver a pasar. Y esta juventud que cree que todo su bienestar les cae del cielo deben saber que en este país hubo una guerra civil, en este país hubo una dictadura, y que la libertad debe defenderse. La juventud no puede olvidarlo para evitar que lo peor de la historia se vuelva a producir. El racismo y la xenofobia no tienen cabida en España.
Usted es diputado en el Congreso, ¿cuál es la política del Partido Socialista con relación a la inmigración?
Lo he dicho, nosotros no podemos reformar la ley de extranjería porque es una ley orgánica y no tenemos una mayoría como para poder hacerlo. Lo que ha hecho el Gobierno ha sido reformar el reglamento de extranjería, primero teniendo en cuenta a los menores no acompañados para evitar que se queden solos y abandonados en las calles sin documentación. En el pasado hemos visto como los auténticos delincuentes los empleaban para vender droga para caer en redes de proxenetas y en la prostitución. El Gobierno del presidente Pedro Sánchez ha introducido las modificaciones pertinentes para evitar que estas situaciones de explotación se produzcan. También intentamos aligerar los trámites burocráticos para que los inmigrantes que lleven dos años trabajando y viviendo en España puedan obtener el permiso de residencia. El Gobierno sabe de la aportación de la inmigración y de su importancia porque sabemos que tenemos una población autóctona envejecida, necesitamos trabajadores, pero no hay nacimientos, el invierno demográfico de España es muy acusado, y la aportación de la inmigración es necesaria.
Ahora bien, también trabajamos para que esta aportación de la inmigración sea segura, ordenada y regulada. También estamos pensando con la colaboración al desarrollo de los países de origen de muchos inmigrantes, colaborando también con los países de tránsito. Por ejemplo, hemos puesto en marcha un instrumento muy importante como es la inmigración circular, para los trabajadores de temporada. Está funcionado con Marruecos, se están haciendo también programas piloto con Senegal, Mauritania y Gambia y con países latinoamericanos. La inmigración es esta realidad que tenemos con un Gobierno socialista y un presidente que se preocupa de esta realidad migratoria y entre todos debemos conseguir que la vida de todos aquellos que vienen a nuestro país a trabajar y a contribuir a su desarrollo sea la mejor.