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Tony Isbert, uno de los actores más queridos y reconocidos del panorama artístico español, ha fallecido a los 74 años en su casa de Santander. La noticia ha conmocionado al mundo del cine y del teatro, donde su legado sigue vivo después de décadas de contribuciones.
Isbert, nacido en Madrid en 1950, venía de una familia profundamente arraigada en el arte: era nieto del célebre Pepe Isbert e hijo de la actriz también reconocida María Isbert. La noticia de su muerte se ha conocido, después de que el actor hubiera sido ingresado en el hospital por un neumotórax. Aunque fue dado de alta el lunes, su familia no había recibido noticias suyas en las últimas 48 horas, lo que despertó la alarma, según El Diario Montañés.
La carrera de Tony Isbert comenzó en 1969, un año en el que hizo su debut en el cine con la película ¿Es usted mi padre? y se convirtió en uno de los protagonistas de Carola de día, Carola de noche, donde compartió escenario con la famosa Marisol. Estos fueron sólo los primeros de una cincuentena de títulos cinematográficos que adornaron su prolífica carrera.
Pero la vocación de Isbert no se limitó sólo al cine. Fue una figura relevante del teatro español, actuando en montajes clásicos como La Celestina, Fedra o Don Joan Tenorio, que lo consolidaron como una figura esencial de la escena. Su conexión con el teatro fue aún más profunda gracias a su implicación en la Asociación de Amigos de los Teatros de España (AMITE), entidad con la que colaboró activamente y donde, en 2009, recibió la Medalla de Oro por su dedicación al arte.
Isbert también era conocido por ser el encargado de entregar anualmente el Premio José Isbert de Teatro, en honor a su abuelo, quien dejó una huella imbrable en el mundo de la interpretación. La gran familia teatral española pierde hoy una gran referencia, cuyo legado seguirá inspirando a las futuras generaciones de artistas.
