Lleida lo tiene prácticamente todo a punto para celebrar la 44ª edición de una de sus fiestas por excelencia, el Encuentro del Caracol. En esta edición, que se celebrará el fin de semana del 23 al 25 de mayo, el Encuentro alcanzará un récord de 17.000 participantes y 121 cuadrillas, con la previsión de que durante los tres días que dura la fiesta se consuman unas 15 toneladas de caracoles. La gran novedad de este año será la implantación de un control de acceso al recinto de los Campos Elíseos con el objetivo de garantizar la seguridad.
El presidente de la Fecoll, Ferran Perdrix, ha asegurado en declaraciones a la ACN que la medida funcionará básicamente durante las noches del viernes y sábado, un momento en el que la fiesta recibe una gran afluencia de visitantes, sobre todo gente joven, y en el que han detectado que la cuestión de la seguridad “se complica cada vez más”. Además, la organización continúa trabajando para cumplir la normativa de ruido y exigirá a las cuadrillas que limiten los altavoces a 90 decibelios.
El Encuentro del Caracol prevé que el acceso al recinto esté controlado entre las 21.00 del viernes y las 7.00 del sábado, y entre las 20.00 del sábado y las 7.00 del domingo. Los collistas dispondrán de pulseras identificativas que les permitirán entrar y salir por todas las puertas y la organización también prevé facilitar pulseras entre las cuadrillas para que las puedan distribuir entre familiares, amigos y conocidos. Durante las horas con control de acceso, los visitantes que no dispongan de pulsera deberán acceder al Encuentro por la entrada principal, situada en el paseo de la Glorieta de los Campos Elíseos.
Perdrix ha explicado que el único objetivo es “poner orden” en el acceso, sin que ello suponga “ningún pago de entrada” ni que se formen colas en la medida de lo posible. “Nos permitirá filtrar el tipo de público y será estricto en los horarios nocturnos, cuando la fiesta está en un punto álgido y tenemos mucha afluencia de gente, sobre todo gente joven”, ha explicado.
La Fecoll destaca que, el fin de semana del Encuentro del Caracol, los hoteles y restaurantes de la ciudad de Lleida colgarán el cartel de completo. “La conexión con el AVE se nota, porque muchos visitantes de Madrid, Zaragoza, Barcelona o Girona pueden venir un día y dormir a casa, pero el gran problema que tenemos es la falta de plazas hoteleras”, ha constatado Perdrix.