Probablemente, muchos de vosotros relacionáis San Valentín con las comedias románticas norteamericanas, con el consumismo y con un ideal de amor romántico impostado. Aunque vivimos en un mundo globalizado y no nos escapamos del bombardeo de anuncios de flores, bombones y propuestas de citas, lo cierto es que los catalanes, una vez más, llevamos la contraria.
Así pues, en la agenda catalana tenemos marcado el 23 de abril, festividad de Sant Jordi, como día de los enamorados, el libro y la rosa. Si bien la festividad es ampliamente celebrada en varios países europeos como Austria, Bélgica y Francia; y en Estados Unidos es toda una locura, San Valentín es una fiesta mucho más catalana de lo que podamos pensar.
Historiadores y periodistas especializados como Ángel Rodríguez, autor del libro ‘Fiestas y tradiciones catalanas’ explica que San Valentín era un sacerdote nacido en la Roma del siglo III, que se dedicaba a casar a las parejas, sobre todo a los jóvenes soldados que tenían prohibido casarse por orden del emperador Claudio II.
La leyenda marca que Valentín se hizo sacerdote y se dedicó a oficiar bodas prohibidas de jóvenes soldados enamorados hasta que el emperador tuvo conocimiento de sus prácticas clandestinas y lo condenaron a muerte el 14 de febrero del año 270.
Sant Valentí és una festa catalana i cap de nosaltres no ho sabia.
Us ho explico.
— Pep Antoni Roig (@quadern_tactil) February 14, 2023
Para saber cuándo se empezó a celebrar esta festividad, el autor Ángel Rodríguez explica en este libro que en el siglo XIV aparece mencionada una poesía de un poeta llamado Pardo. El poeta era un noble valenciano de origen aragonés y, siguiendo la tradición de aquellos tiempos, Pardo utilizó el occitano para escribir unos versos en los que se menciona el 14 de febrero como el día en que se aparecían los pájaros, considerado un símbolo de amor.
Asimismo, según explica el propio autor en declaraciones al programa Planta Baixa de TV3, “en Cataluña hay múltiples reliquias de Sant Valentí: en Ribes de Freser, donde se guardan en un reliquiario, en Olot, en Navarcles y en Sant Benet de Bages”. En este sentido, el hecho de que los despojos del mártir se encontraran en el Bages, según explica Pep Antoni Roig
en este hilo de X
, donde detalla la tradición catalana en torno al día de hoy, ” propiciaron una adoración popular hacia San Valentín“. Por este motivo, el monasterio se convirtió en el “first dates” de la época, donde la gente soltera se acercaba para preciar al mártir encontrar el amor.
Esta teoría sobre el origen catalán de San Valentín estuvo apoyada por primera vez por el filólogo y medievalista Martí de Riquer, quien publicó un artículo en 1955 titulado ‘La canción de San Valentín del poeta Pardo’, en la ‘Revista de filología española‘, que la primera datación de la fiesta de San Valentín como Día de los Enamorados podría ser de origen catalán. Así pues, y según apuntaba el filólogo Martí de Riquer, los versos del poeta Pardo serían una de las manifestaciones más antiguas de la fiesta de los enamorados dedicada a San Valentín.