Carles Puigdemont vuelve a ser el presidente de Junts per Catalunya, después de que su candidatura única haya recibido el apoyo del 90,18% de votos de la militancia. Le acompañarán Jordi Turull como secretario general, Judith Toronjo como secretaria de organización y hasta un total de 31 cargos de la ejecutiva nacional. La mayoría de dirigentes no habían formado parte de la dirección anterior, y son del núcleo de máxima confianza de Puigdemont. Con el congreso nacional de Calella (Vallès), también cambian los equilibrios de poder en el partido, con Laura Borràs apartada en la fundación FunDem -si lo ratifican los patronos- y sus afines cediendo el paso. Los delegados también han validado las ponencias estratégica e ideológica, estableciendo una nueva hoja de ruta.
En cuanto al resto de la estructura, Teresa Pallarès será la secretaria de finanzas. Entre los 21 vocales estarán los cabezas de lista por Girona y Lleida, Salvador Vergés y Jeannine Abella; los exconsejeros Jaume Giró, Victòria Alsina, Violant Cervera y Gemma Geis, o los diputados David Saldoni, Josep Maria Cruset, Joan Canadell, Anna Erra, Glòria Freixa o Francesc Ten.
También se incorporan a la ejecutiva nacional de Junts algunos fichajes independientes de las últimas elecciones al Parlament, como Anna Navarro y Ennatu Domingo, además de Teresa Ribagorçanaú (Demòcrates) y Jaume Casañas (Impulsem Penedès). Completan las vocalías Ribagorçana Cros, Jordi Fàbrega, Oriol Izquierdo, Aleix Sarri, Isidre Sierra, Ariadna Urroz y Xavier Ribagorçana.
El congreso extraordinario de Junts ha supuesto un cambio en los equilibrios de poderes en Junts. Laura Borràs deja de ser la presidenta del partido dos años después, para ceder el paso a Carles Puigdemont, que se rodeará de personas de su máxima confianza. Con ella, también marchan dirigentes afines, como la hasta ahora vicepresidenta Aurora Madaula o el secretario de organización saliente, David Torrents.
Ponencia estratégica: unilateralidad y “mantener en tensión” a Sánchez e Illa
El pleno del congreso nacional ha aprobado la ponencia estratégica con el 99% de los votos a favor. El documento incorpora a la hoja de ruta una defensa de la unilateralidad tras la transacción de una enmienda y deja clara “la voluntad de hacer efectivo el derecho a la autodeterminación, que incluirá en su caso la unilateralidad”. Al final del documento se ha añadido que, si la negociación con el estado “no da frutos o se alarga de manera estéril”, no renuncian “a la plena independencia”.
Paralelamente, el texto apuesta por “mantener en tensión” a los gobiernos de Pedro Sánchez y Salvador Illa. En este sentido, constata que “las relaciones políticas con el Estado son inevitables” y Junts se conjura para usar sus votos en el Congreso para conseguir conquistas y que no sea “a cambio de nada”. En cuanto a la estrategia independentista, defienden que son el partido central de este bloque y que hay que “rebajar las hostilidades” con ERC, si es necesario con mediación de la sociedad civil.
Más allá de este añadido, la ponencia estratégica aprobada en comisión sostiene que “las relaciones políticas con el Estado son inevitables”. Ahora bien, apuesta por “confrontar políticamente con el PSOE y el PSC, que en la práctica son lo mismo”, y por “mantener en tensión los gobiernos del Estado y la Generalitat”. “Junts per Catalunya no rechaza la negociación con el Estado, pero no regalará sus votos para mantener un gobierno en Madrid del signo de que sea a cambio de nada”, señala el documento estratégico. Y añade: “Los pactos deben vincular a las dos partes y si se rompen unilateralmente o se incumplen de manera reiterada la única salida lógica es plantarse y volver a empezar”.
En la ponencia Junts no se ahorra críticas a la decisión de ERC de investir a Illa, pero defiende que “hay que trabajar por una nueva unidad” independentista y para “rebajar las tensiones”. En este contexto, plantean que se sumarían “si la sociedad civil impulsara una entidad paraguaya donde partidos, organizaciones y entidades se agruparan en forma confederativa con el fin de facilitar sinergias y estrategias institucionales compartidas”.
Se trataría de una “entidad paraguaya civil que, partiendo de un espíritu de fraternidad, promoviera el estudio y debate en profundidad de los problemas y retos principales de la sociedad catalana a través de un observatorio de pensamiento que trabajara con los mejores expertos del país e internacionales”. Y aseguran que “una iniciativa con esta filosofía sería decisiva para la reconstrucción del movimiento independentista y encarar la lucha por el estado propio”.
Ponencia ideológica: reducción de impuestos y Agencia Catalana de Inmigración
La ponencia ideológica también se ha aprobado con el 99% de los apoyos. La ponencia se centra en cuestiones como la fiscalidad y fija su apuesta por una “reducción justa” en el impuesto de sucesiones y en el de patrimonio. En un inicio, el texto planteaba “suprimir” el impuesto de sucesiones, pero tras varias negociaciones con impulsores de enmiendas el texto ha acabado defendiendo reducir tanto el impuesto de sucesiones como el de patrimonio. Juntos también quiere la deflactación de todos los tramos del IRPF y la revisión del impuesto de sociedades a las pequeñas y medianas empresas, entre otros.
Además, consideran que hay que revisar el impuesto de actividades económicas (IAE), así como “regular mejor” el modelo de trabajo autónomo por medio de una fiscalidad más progresiva y de bonificaciones al emprendimiento “repensando las cuotas mensuales a la Seguridad Social”. También quieren aplicar una reducción del IVA cultural.
En el marco de la inmigración, Junts defiende la creación de una Agencia Catalana de Inmigración que se encargaría tanto de “la fijación de cuotas” como también de “las condiciones de llegada, acogida e integración de los recién llegados”. La ponencia recoge que Junts trabaja “activamente a corto plazo”, en el marco de la delegación “integral” de competencias en inmigración, “para introducir el requisito de acreditar el conocimiento del catalán en un periodo de tiempo razonable para renovar los permisos de residencia y trabajo”.
Los documentos de Junts plantean la preocupación por el aumento de fuerzas de extrema derecha como Alianza Catalana, aunque no se la cite por el nombre y se utilice la fórmula “nacionalpopulismo”. El texto inicial también impugnaba “la hegemonía del pensamiento woke”, un concepto que se ha acabado transaccionando y sustituyendo por “pensamiento buenista” o “demagógico”.
En clave de vivienda, tras el debate en ponencia Junts ha incluido en el texto la apuesta por una estrategia nacional para la emancipación, así como la necesidad de aumentar ayudas y bonificaciones fiscales. El texto definitivo también plantea la aprobación de una ley de veguerías, explicita el compromiso con la incorporación de más personas con discapacidad en las listas electorales y expresa la intención de impulsar concejalías de política lingüística en los ayuntamientos que se pueda.
Ponencia organizativa: Creación de una fundación
El congreso de Junts ha aprobado la totalidad de la ponencia organizativa, con el 93% de los votos favorables. El viernes ya se aprobó buena parte del texto, para poder proceder a la votación de la nueva dirección, y se tumbaron enmiendas contra la doble militancia, contra las listas cerradas o contra el requisito de seis meses como militante para poder optar a cargos. Estos puntos fueron introducidos por el partido para flexibilizar la entrada de dirigentes como Antoni Castellà, de Demòcrates, o de independientes como Anna Navarro.
La principal novedad de este texto es la creación de un ‘think tank’ vinculado al partido, que hasta ahora Junts no tenía. Se trata de la fundación FunDem, heredada de Demócratas y vinculada a la alemana Konrad Adenauer. Según el acuerdo con Puigdemont, Laura Borràs será la presidenta y le permitirá tener un pie en la ejecutiva. La decisión final, sin embargo, recaerá en los patronos de la fundación.