Después de más de cincuenta años orbitando nuestro planeta, una antigua cápsula espacial soviética podría volver a la Tierra de manera descontrolada esta semana. Se trata del Kosmos 482, una sonda lanzada en 1972 por la Unión Soviética con el objetivo de aterrizar en Venus, pero que nunca llegó a salir de la órbita terrestre debido a un error en el lanzamiento.
Con una masa de casi 500 kilos y unos tres metros de diámetro, este fragmento de ingeniería espacial se ha convertido en basura orbital desde el momento que la misión fracasó. Aunque algunos componentes del aparato cayeron en la Tierra en los años siguientes, la cápsula principal ha continuado girando alrededor del planeta durante más de cinco décadas. Ahora, sin embargo, su destino parece ser el reingreso a la atmósfera terrestre entre el 7 y el 13 de mayo, con el 10 de mayo como fecha más probable, según cálculos de la NASA y del científico neerlandés Marco Langbroek, experto en objetos orbitales.
El aparato, preparado originalmente para soportar las duras condiciones de la atmósfera venusiana, es lo suficientemente resistente para sobrevivir a la reentrada terrestre. Esto hace que sea probable que llegue hasta la superficie sin desintegrarse completamente.
Los científicos aseguran que, a pesar del riesgo potencial, la posibilidad de un impacto sobre una zona habitada es muy baja. El Kosmos 482 podría colisionar en cualquier punto comprendido entre los paralelos 52 norte y 52 sur, una franja que abarca prácticamente todo el planeta, desde ciudades como Londres hasta regiones del sur de Chile. Sin embargo, como la mayor parte de esta área es oceánica, es mucho más probable que el cuerpo caiga al mar que en tierra firme.