Las fuertes lluvias que este lunes afectaron al País Valenciano y al sur de Cataluña, especialmente al interior sur de Castellón, provocaron que se suspendiera el partido de fútbol que debía enfrentar el Vila-real con el Espanyol, ya que la AEMET había declarado alerta roja por lluvias y acumulaciones de agua en la zona.
Ante la posibilidad de desbordamientos de ríos y rieras, la Generalitat valenciana envió una alerta a los móviles ESAlert, pidiendo a la población limitar la movilidad y alejarse de zonas inundables. El problema para muchos aficionados es que la suspensión del partido se produjo pocos minutos después de la hora en que tenía que empezar, con todos los aficionados ya dentro del campo.
La suspensión del partido, así, se comunicó poco después de las 21:00 h, una decisión que enfadó a muchos los aficionados que ya se habían desplazado a la zona y que no entienden que no se tomara tres horas antes, cuando la Generalitat emitió la alerta roja a través de un comunicado a las 18:00 h.
Tal y como recoge ’20 minutos’, algunos usuarios han cargado duramente en las redes, no contra la decisión de suspender el partido —comprensible teniendo en cuenta la situación meteorológica y la experiencia reciente de la DANA en Valencia—, sino contra el hecho de comunicarlo cuando el partido ya tenía que haber empezado.
“Es vergonzoso. ¿Qué sentido tiene suspenderlo a las 21:07 h cuando todo el mundo está en el estadio? Si se suspende, que sea antes, una vez que la gente ya se ha desplazado no se puede suspender”, comentaba en las redes.
Otro aficionado explicaba que se ha hecho 300 km en coche para llegar al estadio con su familia e hijos como para que le suspendan el partido “en el momento”, y se pregunta “¿quién me compensará ahora?”. “Qué vergüenza, un poco más y lo suspendí cuando ya haya terminado“, criticaba otro en las redes sociales”, por añadir “a buenas horas”.
Como decíamos, lo más criticado ha sido el tiempo para tomar la decisión y esperarse a que los aficionados ya estuvieran en el estadio para comunicar la decisión. No sólo porque muchos de los aficionados ya corrieron peligro desplazándose para llegar hasta allí, sino porque todos ellos se encontraban en la situación de tener que volver a salir a la calle para ir hacia casa, volviendo a ponerse en peligro.