El aceite de oliva vuelve con fuerza a las cocinas catalanas y españolas. Después de dos campañas marcadas por la sequía y unos precios que lo convirtieron en casi un producto de lujo, la nueva campaña 2024-2025 ha ninguneado completamente la situación: la caída drástica de los precios ha hecho que los consumidores vuelvan a apostar decididamente por este alimento básico. Según datos de la Asociación Nacional de Empresas Envasadoras y Refinadoras de Aceites Comestibles (ANIERAC), las ventas se han disparado un 47,15% entre enero y marzo, con un total de 81,32 millones de litros comercializados, tal y como ha publicado 20minutos.
El liderazgo de este crecimiento corresponde a la categoría de aceite de oliva virgen extra, con un incremento del 64% respecto al mismo periodo del año anterior y más de 39 millones de litros vendidos.
La clave de este cambio ha sido el aumento de la producción, gracias a una campaña favorecida por una meteorología mucho más favorable, que prevé una cosecha cercana a los 1,4 millones de toneladas.
El llamado ‘oro verde’ parece, pues, que recupera su turno en la cocina cotidiana, y esta vez sin castigar tanto el bolsillo. Habrá que ver si esta tendencia se mantiene en los próximos meses.