La prórroga presupuestaria es un mecanismo habitual que se ha intensificado a partir de 2011 con la llegada de Artur Mas a la presidencia de la Generalitat. Desde entonces, sólo una vez se ha conseguido que el Parlamento apruebe los presupuestos antes del 1 de enero. En los últimos 25 años, 9 de las cuentas aprobadas han entrado en vigor antes del primer día del año. En cambio, en 10 ocasiones los gobiernos han tenido que recurrir a una prórroga temporal hasta aprobar unos nuevos. En 6 años no ha habido presupuestos: el Parlament tumbó los del gobierno de Carles Puigdemont de 2016 y los del gobierno de Pere Aragonès de 2024. Los años 2013, 2018, 2019 y 2021 no se presentaron a la cámara catalana.
Desde el 1 de enero está en vigor la prórroga técnica aprobada por el gobierno de Salvador Illa a la espera de un acuerdo para las cuentas de 2025. Los últimos que se aprobaron en la cámara catalana son los de 2023. El 10 de marzo de 2023 los presupuestos del gobierno en minoría de Pere Aragonès, con Junts ya fuera del ejecutivo, salieron adelante gracias los votos de ERC, PSC y Comunes.
El periodo más largo sin nuevos presupuestos ha sido de más de tres años. Es el periodo entre las cuentas aprobadas en el Parlament el 22 de marzo de 2017, con Carles Puigdemont de presidente, y los presupuestos de la pandemia aprobados el 24 de abril de 2020, con Quim Torra de jefe del ejecutivo catalán. De hecho, durante el mandato de Torra la cámara catalana sólo aprobó unos presupuestos con prórroga previa y los otros tres años no se presentaron al Parlament. Son los correspondientes a 2018, 2019 y 2021.
En 2018 no hubo gobierno de Torra hasta junio después de más de 7 meses de aplicación del artículo 155 de la Constitución. Y en 2021 las cuentas tampoco llegaron a la cámara catalana condicionadas por la suspensión de Torra como presidente de la Generalitat por una pancarta colgada en la fachada del Palau de la Generalitat.
Desde 2010, sólo en una ocasión el Parlamento ha aprobado los presupuestos sin necesidad de prorrogar temporalmente los anteriores, los de 2022. El Gobierno de ERC y Junts con Pere Aragonès de presidente los pudo aprobar en el Parlament el 23 de diciembre de 2021 con la abstención de los Comunes.
En cambio, durante la década del 2000 al 2010 sólo se necesitaron tres aplazamientos temporales de las cuentas; en 2000 con Jordi Pujol, en 2004 con Pasqual Maragall y en 2007 con José Montilla.
Desde menos de un mes a siete meses
La duración de las prórrogas temporales de los presupuestos ha ido variando en los diferentes años y las diferentes legislaturas, desde menos de un mes hasta siete meses. La más corta desde el año 2000 fue en el año 2014. Los presupuestos del Gobierno de Artur Mas se aprobaron el día 22 de enero, 22 días después de que entrara en vigor la prórroga de los anteriores.
En cambio, algunas de las prórrogas temporales se han alargado hasta siete meses, como ocurrió en los años 2004 y 2011. En el año 2004, bajo la presidencia de Pasqual Maragall, las cuentas se aprobaron el 13 de julio. Y en 2011, el gobierno de Artur Mas pudo sacar adelante las cuentas el 20 de julio.
2 presupuestos rechazados
El 13 de marzo de 2024 el Parlament rechazó los presupuestos del Govern d’Aragonès, que no superaron el debate a la totalidad. Un hecho que precipitó la convocatoria de elecciones anticipadas para el 12 de mayo.
Hasta entonces el Parlament sólo había rechazado una vez los presupuestos de la Generalitat, en 2016 con Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat. Como consecuencia, Puigdemont anunció que se sometería a una cuestión de confianza que superó.
Decreto de prorroga vigente
El decreto aprobado por el Gobierno de Salvador Illa el pasado 17 de diciembre establece la prórroga de las cuentas de 2023 para 2025. De este modo, el decreto de prórroga técnica permite garantizar el funcionamiento de la administración y la prestación de los servicios públicos a la ciudadanía mientras no se apruebe el nuevo presupuesto. También prevé adecuaciones organizativas por los cambios en la estructura del Gobierno, de manera que los nuevos departamentos de Deportes y Política Lingüística tienen dotado un crédito inicial prorrogado para realizar su actividad de manera autónoma.